Aunque nació en Valparaíso, su nexo con Viña del Mar es muy potente, y en este espacio nos cuenta -entre otras cosas- las razones que la llevaron a convertirse en alcaldesa.
En 2004, se convirtió en la primera mujer en acceder al cargo más alto al interior del municipio a través de la vía electoral. Fue reelegida en 2008 con el 78,84% de los votos, cifra que la llevó a transformarse en la alcaldesa más votada del país, y por supuesto, con la primera mayoría nacional. Hablamos de Virginia Reginato, y ésta es parte de su historia.
¿Cómo se gestó la posibilidad de convertirse en alcaldesa de Viña del Mar?
Desde siempre he estado en contacto con la comunidad, manteniéndome siempre muy cerca de la gente. Trabajé por muchos años en esta labor, hasta que me propusieron presentarme primero como concejal y luego como alcaldesa, y así fue. Recibí el apoyo de la comunidad y hasta el día de hoy, tengo las ganas de seguir sirviendo y ayudando a los habitantes de mi comuna.
¿Qué importancia ha tenido en su carrera profesional el servicio social?
Mucha, porque desde joven me sentí atraída por el servicio público. Participé en diferentes organizaciones comunitarias, donde pude desarrollar esas aptitudes que me inculcaron mis padres. Me gusta ver que los niños, las dueñas de casa, los abuelitos, y -en general- toda la comunidad logre su bienestar.
¿Cómo ha vivido esta experiencia de ser alcaldesa de la Ciudad Jardín por más de una década?
Con satisfacción, orgullo y con mucho agradecimiento hacia quienes confiaron en mí para ocupar este importante cargo. Pero por sobre todo, a la comunidad de Viña del Mar, y al equipo municipal que me acompaña, ya que día a día retribuyen lo que hacemos por ellos como municipio con mucho cariño.
¿Cuáles cree que son las razones que llevan a la comunidad a votar por usted?
La verdad es que todo este tiempo me he preocupado de trabajar para los viñamarinos y cumplir a cabalidad mi labor como alcaldesa, ocupándome en recorrer cada sector de mi ciudad. Siempre he confiado en el cariño de los viñamarinos, pues ellos valoran los grandes avances que se han concretado en este tiempo. En todo caso, la gente, como en toda sociedad libre y
democrática, tiene la posibilidad de expresarse a través del voto y elegir a quien le parezca y quien crea que será la mejor opción para contribuir al crecimiento de la comuna.
¿Cuáles son los hitos más relevantes que ha debido enfrentar en su calidad de alcaldesa?
El primero, es hacer de Viña del Mar una comuna integral, tanto en el plano como en los cerros, y eso es una ventaja, ya que nos lleva a promover y ejecutar diversas obras en beneficio de toda la comunidad. Como hitos relevantes, por ejemplo, te puedo mencionar que somos la ciudad del deporte, porque hemos invertido en infraestructura y desarrollado un intenso y variado programa de actividades. Esto, sumado a las obras como el Parque Borde Costero de Avenida Jorge Montt y de Reñaca; los trabajos de remodelación de la Av. Perú; los parques urbanos en la parte alta de la comuna y las nuevas zonas comerciales, entre muchas otras obras de desarrollo.
¿Planea continuar al frente de la Alcaldía de Viña del Mar si la ciudadanía se lo pide?
Por supuesto. Me interesa continuar trabajando para satisfacer las necesidades de todos los habitantes de la comuna, sin distinción, y que se brinde bienestar a visitantes y turistas. Para eso, debemos valorar y cuidar lo que hasta ahora hemos logrado, ya que han llevado a que Viña del Mar sea elegida como la mejor ciudad para vivir, trabajar, visitar y estudiar de Chile. Esa posición nos compromete a todos, -no solo a mí- a valorar nuestros atributos como ciudad, porque como siempre lo he sostenido, Viña es una sola.
¿Hay otro desafío que estaría dispuesta a asumir?
Mi labor como alcaldesa es la que más me gusta, y mi gran desafío ha sido hacerlo bien cada día, por el bienestar y crecimiento de la comuna. Y como siempre lo he dicho, mi principal preocupación es seguir mejorando la calidad de vida de los viñamarinos, fortalecer la seguridad ciudadana, aumentar aún más los espacios para el deporte, recuperar nuestros edificios patrimoniales que fueron afectados por el terremoto de 2010, trabajar por los sectores más vulnerables y continuar con las grandes obras de desarrollo urbano.