Marco Barandarian (56), llegó a Chile el 31 de Julio de 1992, cuando estaba empezando el gobierno de Fujimori en Perú. Disconforme con la política y la economía de su país, y en plena crisis de Alan García, ya había emprendido con tres empresas. Sin embargo, luego de quedar sin nada, decidió migrar a Chile en búsqueda de nuevas oportunidades.
La forma de vida de Marco es “trabajar, trabajar, trabajar”. Empezó como cocinero en los primeros restaurantes peruanos que hubo. Por esa época, los más famosos, “El Otro Sitio” y “La Flor de la Canela”, que ya buscaban unir y conquistar la cultura peruana con la chilena por medio de la comida.
Por el año 1999, Marco puso su primer restaurante en la comuna de Providencia, en Bellavista 0852. Luego desarrolló una franquicia con una casa matriz, conocida por la mezcla típica criolla y chifa, característica de Perú, han hecho de Marco un emprendedor en tierras extranjeras (ver “Rocío Fonseca: el emprendimiento es clave para la matriz económica chilena”).
Hoy trabaja en un nuevo proyecto que lanzará pronto, y sigue administrando los tres restaurantes “Barandarian”. Sin embargo, y a pesar de la riqueza, comenta que ser extranjero en Chile es complejo al momento de trabajar.
Conversamos con él, sobre su negocio y sobre cómo ve a Chile en temas previsionales, sobre su pensión y sobre su política de vida: “sólo trabajando”.
¿Tienes algún método de ahorro?
Bueno, lo que ha sido mejor para mí siempre son los bienes raíces. Compro propiedades, casas, parcelas. Ese ha sido mi sistema de ahorro, y eso es lo que me está avalando en este momento. Decidí hacerlo en bienes raíces porque pienso que es la mejor forma de invertir, por la plusvalía y el aumento del precio de las propiedades en el tiempo. En determinado momento, compré una casa en 45 millones de pesos, y el año pasado la vendí en 350 millones de pesos. En 10 años. No hay ninguna financiera o banco que pueda darte esa rentabilidad.
¿Inviertes en algún APV?
En algún momento tuve Fondos Mutuos, Fondos de Inversiones, pero en este momento, como ha estado la situación, ahorros es lo que me falta. Los ahorros ya me los gasté todos (se ríe). Ahora me estoy reinventando para salir adelante.
¿Estás financiando nuevos proyectos?
Casualmente, estoy vendiendo un restaurante para financiar otro proyecto en otro restaurante. Estoy esperando a poder finiquitar a mis empleados para invertir la diferencia en otro lado. Pero es un autofinanciamiento. Llevo 19 años ya pagando arriendo en Manuel Montt, y la casa nunca me la quisieron vender, por lo que quiero convertir el restaurante de Chicureo en la casa matriz. A pesar de que la plusvalía de la casa de Manuel Montt ha crecido en un 400%, hasta 2.8 USD, ya no me interesa comprarla.
Cuando recibes ingresos extra, ¿prefieres ahorrarlos?
Bueno, ahorrarlos dependiendo de la cantidad de moneda que uno tenga. Si me alcanza para comprar una propiedad, por más pequeña que sea, es mejor eso que tener la plata ahí en cualquier lado.
¿Qué piensas del Sistema Previsional en Chile?
Nuestro ahorro previsional es la plata que uno junta para su jubilación. Y aquí las jubilaciones no son como corresponden. Yo tengo 23 años imponiendo. De esos 23 años, con las ganancias y las pérdidas que he tenido, debiese tener 41 millones de pesos. Sin embargo, tengo 33 millones. Creo que es un tema muy complicado. Las imposiciones son un problema tanto para el empleador, como para el empleado. Está mal hecho.