El pasado 11 de marzo asumió la presidencia Sebastián Piñera. Con ésta el empresario da inicio a su segunda legislatura, focalizada especialmente en disminuir los niveles de desempleo a través del emprendimiento y la innovación.
En su programa electoral hace especial hincapié en la importancia de la ciencia y la tecnología como base para el desarrollo del país.
Por ello, analizamos con dos expertos en la materia algunas de estas principales medidas y cuál es valor real para la sociedad.
La otra cara de las propuestas
Según Tomás Norambuena, Presidente de la Fundación Más Ciencia, las iniciativas de ciencia y tecnología están orientadas más bien en el proceso productivo del país, es decir, persiste una mirada economicista de la investigación y desarrollo y asociándola estrechamente con el concepto de emprendimiento, que es muy distinto al de investigación. “Debemos recordar que el gobierno anterior del Presidente Piñera intentó traspasar CONICYT al Ministerio de Economía, generando una amplia resistencia incluso más allá del mundo científico”, agrega.
Sobre las propuestas dice no observar grandes innovaciones, salvo el programa de alfabetización y lenguas digitales, que, si se concreta, pondría a Chile a la vanguardia en la región. También habla del concepto de “Chile Laboratorio Natural” y como éste viene utilizándose ya desde hace varios años, considerado no sólo los cielos del norte o la Antártica, sino también el litoral para investigaciones marinas y las particularidades del territorio para investigaciones de biodiversidad o geología, aspectos que no vienen mencionados en las propuestas.
Por su parte, Adriana Bastias, Directora de Redes Chilenas, señala como los objetivos de estas medidas son crear las condiciones para que Chile pueda insertarse exitosamente y de manera protagónica en la cuarta revolución industrial y fortalecer el desarrollo de una cultura de innovación y emprendimiento.
Pero, señala varios matices en algunas de ellos, como la ampliación y diversificación de los proyectos Fondecyt con la creación del Fondecyt Senior para investigadores de destacada trayectoria. Para ella antes de inaugurar más programas se debería hacer un diagnóstico serio de lo que ocurre y cómo funciona internamente. También resalta la importancia de reformular los programas de reinserción de becarios, ya que existe una gran cantidad de becarios con postgrado que se titulan en Chile y el extranjero con dificultad real de inserción, y como el propósito fomentar el interés de las mujeres por las carreras tecnológicas y científicas debería ir acompañado de programas de inserción efectivos.
Creación del Ministerio de Ciencia y Tecnología
Una de las iniciativas más relevantes es la puesta en marcha del Ministerio de Ciencia y Tecnología, cuyo proyecto de ley fue aprobado en septiembre de 2017. Actualmente éste se encuentra en cámara mixta, después de un rechazo parcial por parte del Senado, y el Gobierno le ha impuesto el carácter de urgencia simple.
“Este rechazo es un traspié que conlleva un retroceso para la generación de una institucionalidad tan anhelada e importante para el desarrollo del país. Si bien compartimos la importancia de la propiedad intelectual y la representación territorial de este ministerio, aspectos que se discutirán en esta instancia”, comenta Adriana.
Y es que el nuevo Ministerio será el encargado de sentar las bases para el desarrollo científico y tecnológico del país y para coordinar la política Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación. La institución será encabezada por el Ministro designado, y estará compuesta por una Subsecretaría de Ciencia y Tecnología que, junto al ministro, elaborará las políticas correspondientes y una Agencia de Investigación y Desarrollo que será la encargada de ejecutarlas.
Para Tomás este proyecto es vital ya que revela la ciencia y tecnología al rango ministerial, dándole visibilidad y poniendo de manifiesto el interés del país por desarrollar el sector y seguir desarrollando el emprendimiento. “Debemos recordar que hoy Chile invierte menos del 0.4% del PIB en investigación y desarrollo, situación que no puede sostenerse en el tiempo, considerando que pertenecemos a organizaciones tan importantes como la OCDE, cuyos países miembros en promedio invierten sobre el 2%”, advierte.
Desafíos para el futuro
Para Adriana, la clave para el futuro es que las empresas confíen más en el aporte que pueden ser personas con postgrado a sus empresas, deben entender que para un desarrollo científico un proyecto de dos años es poco y es difícil ver un avance significativo, pero eso no significa que no se va a obtener sino muchas veces quiere decir que se requiere esperar más tiempo para una solución o producto adecuado a las necesidades que ellos tienen.
Tomás, por su parte, señala como muchas veces la orientación al proceso productivo olvida que la ciencia y tecnología son también para el bienestar social y cultural del país y como no existen propuestas sobre los desafíos que enfrenta y enfrentará el país en el futuro, como es el cambio climático, la escases de agua, la cura de enfermedades, la producción alimentos, la longevidad de los chilenos, ciudades sustentables, entre otros temas relevantes que pueden abordarse desde el punto de vista científico.
Su fundación valora los incentivos y el ímpetu que quiere poner el nuevo gobierno para que el sector privado realice actividades de investigación, innovación y desarrollo. No obstante, son escépticos en que se pueda avanzar considerablemente en ese propósito debido a que Chile se castiga socialmente el fracaso y que no existe una cultura del emprendimiento basado en ciencia y tecnología. La cultura empresarial tampoco aporta mucho al respecto, dado que el retorno en utilidades se espera en el corto plazo, cuando éstas son actividades a largo plazo. Las empresas quieren retornos inmediatos de sus inversiones, es aquí donde el Estado debe actuar y corregir dicha falla.
“En todos los países donde el desarrollo de la ciencia y tecnología han propiciado grandes emprendimientos, como Estados Unidos, Europa o Japón, es porque el Estado ha asumido el “riesgo” y ha hecho grandes inversiones en primera instancia. Ciertamente en Chile los gobiernos no han hecho lo que corresponde. Y no es un asunto de más o menos Estado, de izquierda o derecha, es simplemente hacer lo que los países desarrollados han hecho para alcanzar los niveles de bienestar que tanto anhelamos”, concluye el Presidente de Más Ciencia.