Alfredo Cruz, Asesor Previsional, advierte que la estrategia de cambio de fondo en la AFP, dependiendo de las coyunturas puntuales de los mercados, ha demostrado ser poco eficaz. Lo anterior se debe a que estos cambios van mermando la base de ahorros de los afiliados.
Tal como lo sugiere la Superintendencia de Pensiones, “tanto cuando suben como cuando bajan las rentabilidades, no es recomendable que los afiliados intenten una estrategia de corto plazo, pues estos recursos tienen como único objetivo financiar las pensiones al momento del retiro”.
Esto significa que por evitar pérdidas puntuales, al mismo tiempo se sacrifican ganancias que, gracias a la rentabilidad acumulada, pueden significar una gran diferencia en el monto final de jubilación.
Según Roberto Fuentes, gerente de Estudios de la Asociación de AFP: “los malos resultados en esta materia pueden ser muy serios, porque un punto de rentabilidad adicional, en un eje de tiempo de 35 a 40 años, puede significar una mayor pensión de 25% a 30%”.
Los modelos predictivos de cambio de fondos son modelos que analizan, ante todo, los factores financieros que influyen en la rentabilidad. Es decir, tienen en cuenta los movimientos de los mercados, pero suelen dejar de lado los factores socioeconómicos asociados a cada cotizante en particular.
Y es precisamente por que el sistema de AFP está diseñado para tener en cuenta la situación particular de cada afiliado que estos modelos han demostrado en el tiempo una baja tasa de éxito. Basta comparar la rentabilidad que tuvieron en años anteriores quienes adoptaron estrategias de cambio de fondo versus la rentabilidad propia de cada fondo.
Por otra parte, hay que tener en consideración que las recomendaciones realizadas por quienes elaboran estas estrategias deben ser ejecutadas en el momento para tener alguna probabilidad de éxito. Pero en la práctica, el cambio de fondo no es un proceso automático, porque la AFP debe realizar una serie de acciones para poder mover los ahorros de un afiliado.
Este proceso incluso puede llegar a tomar varios días si muchos cotizantes están haciendo el mismo cambio a la vez. Y solo es necesario que pasen unos pocos días para que la coyuntura económica cambie totalmente y la estrategia de cambio de fondo pierda su efecto positivo.
La única forma segura de lograr que esa rentabilidad sea favorable es adoptar una estrategia de ahorro que considere la selección del tipo de fondo según el perfil de riesgo y el horizonte de inversión del cotizante. Esto es, el tiempo que le falta para pensionarse y el monto que se ha establecido como meta final.
Es por esto que, cuando se trata de los ahorros para la jubilación, es más útil la ayuda de un asesor previsional que la de un asesor financiero. Sobre todo si consideramos el impacto positivo de la adopción temprana de los mecanismos probados que ofrece el sistema para incrementar la pensión. Por ejemplo, elegir una cuenta de Ahorro Previsional Voluntario o APV según el régimen tributario más apto para cada persona.
De hecho, estas son algunas de las claves que aplica la Consultora Alfredo Cruz y Cía., que, con más de 25 años de experiencia asesorando a colaboradores de las empresas más importantes del país, hace énfasis en la importancia de preocuparse de la pensión en el momento en que se empieza a trabajar, acudiendo a un asesor previsional. Puesto que, basados en sus estudios, un 70% del total ahorrado durante la vida laboral, corresponde a la rentabilidad, mientras que el 30% restante, pertenece a los aportes realizados por el trabajador.