Estuvo en discusión cambiar el sistema de indemnización por años de servicios. Una de las alternativas es cancelar medio mes por año a todo evento, ya sea despido o renuncia. En Valora te explicamos los principales alcances de esta medida.
El Gobierno propuso un nuevo sistema buscando crear un sistema alternativo para el pago de indemnizaciones.
¿En qué consiste esta propuesta? ¿Cómo afectaría a los trabajadores, a la empresa y a RR.HH? Hoy en día, la indemnización por años de servicio es equivalente a un sueldo por año trabajado, con un tope máximo de 11 años y se paga sólo en caso de despido.
En tanto, con la propuesta del Gobierno, se pagaría sólo la mitad del sueldo por año pero en todo evento. Lo que vale decir, si el trabajador es despedido o renuncia de forma voluntaria, en ambos casos recibe dinero por indemnización.
Para William Peters, Communications and corporate relations manager de LHH, a pesar de que las modificaciones al esquema de indemnizaciones no han encontrado apoyo político, “la idea de esta iniciativa era destrabar la movilidad entre empleos asalariados para el trabajador. Es decir, que el trabajador pueda moverse sin sentir que pierde el pago por la totalidad de los años de servicio”.
“Hoy es muy alto el costo de renunciar al trabajo por parte de los trabajadores y con mayor razón para los más antiguos”, explica Gonzalo Rodríguez, gerente general de Felicity360, quien explica “la paradoja de que ni el trabajador ni el empleador están contentos, pero ninguno puede o quiere dar el paso de desvincular al otro. Con este proyecto se mitiga en parte ese costo”.
Ahora bien no preguntamos si esta propuesta ¿es una buena alternativa o es solo para abaratar costos? Considerando que el trabajador nuevo podría optar por la indemnización a todo evento, aunque sea por un menor monto que la actual, tendrá un incentivo a la movilidad, o dicho al revés tendrá menos trabas para moverse, lo que muchas veces le permitirá tomar una mejor oportunidad de desarrollo en su carrera profesional.
Para las empresas, según Rodríguez, “no significa necesariamente abaratar costos, ya que sólo es para contratos nuevos y, por un despido en que podría pagar menos, puede tener varias renuncias por las que tendría que pagar y que antes no pagaba. Tener más libertad para elegir dónde trabajar es el mejor beneficio”.
“Hoy los ciclos de vida en la relación entre organizaciones y colaboradores son totalmente distintos a los de otras generaciones. De hecho, el trabajo de plataforma (Uber, Cabify, etc) se está moviendo en paralelo a la regulación actual y eso nos hace pensar que el futuro del trabajo no está siendo abordado en toda su dimensión por esta iniciativa” analiza Peters.
¿A quién beneficia?
Hoy las organizaciones invierten muchos recursos en atraer talento y, por lo mismo, fallar en el calce entre la organización y el colaborador es una situación que no reporta beneficios a ninguna de las partes. En ese escenario todos pierden.
Por ello la discusión del esquema de indemnizaciones, según Peters, “es sólo una parte de un fenómeno mucho mayor, que tiene que ver con la sostenibilidad de los proyectos, cómo mejoramos la empleabilidad en nuestra población, qué asimetrías buscamos equilibrar en una relación laboral y qué actores contribuirán a la seguridad social del trabajador.
Cuando las personas están desmotivadas en su trabajo, podrían buscar libre y tranquilamente otra alternativa, «sin perder sus años de servicio» y la empresa tendría gente motivada trabajando. Evidentemente que el desafío para los empresarios es tener lugares motivantes para sus colaboradores.