León Murillo se ha convertido en uno de los cómicos más querido por los chilenos y todo un rostro del Festival de Viña.
Oriundo de Talca, marchó a Santiago cuando le concedieron una beca de actuación, su gran pasión en ese momento. Allí tuvo varios trabajos y un duro revés cuando se quedó sin trabajo y tuvo que dormir durante tres meses en la Posta.
Sin embargo, Murillo no se dejó vencer por la adversidad y luchó por cumplir sus sueños. Probablemente, esa experiencia fue la que le llevó a preocuparse por el ahorro y su futuro previsional, sobre todo con un sistema de pensiones que define como “pésimo”.
¿Cómo fueron tus inicios en el mundo del teatro y ahora del humor? Aparte de la beca que te ganaste para estudiar, ¿cómo lograste financiarte durante tu tiempo en Santiago?
Yo partí haciendo teatro de forma muy amateur en un grupo de la Universidad de Talca; ahí me enamoré verdaderamente de ese arte.
Luego empecé a estudiar administración de empresas mientras seguía haciendo teatro y ahí me gané la beca que comentabas; tendría unos 19 años.
En ese momento, dejé todo botado y me vine a Santiago, donde estuve estudiando mientras trabajaba; fue así como me financié los estudios.
Durante esa época encontré un nicho, tanto por opción como por los medianos talentos que tenía, que fue la cocina. Trabajé tanto en restaurantes que, en un momento de mi vida, pensé que mi futuro iba a ser dedicarme a la cocina.
¿Eres una persona ahorradora y preocupada por el futuro, sobre todo en un mundo tan incierto como es la actuación?
Sin duda que sí, pero la verdad es que la cultura del ahorro y la educación previsional es algo que he ido adquiriendo con el tiempo, no era algo interiorizado
Pero es cierto que hace un tiempo me vengo preocupando por esto y me he tenido que auto educar en este sentido, más aún, como dices, en un mundo tan incierto como la actuación y algo tan de nicho como lo que decidí abrazar el último tiempo de mi vida: el humor.
León, ¿Dónde has invertido o te das más confianza invertir el dinero que has ido ahorrando?
En un principio invertía todo mi dinero de manera tradicional, en un banco, abriéndome una cuenta de ahorro, etc.
Sin embargo, a través del tiempo he tratado de compaginarlo con alguna propiedad o algún terreno, principalmente inmobiliario. Con el tiempo me gustaría seguir capitalizando mi dinero a través de bienes raíces, ya que creo es la mejor forma de ahorro al ser algo que siempre va a aumentar su valor.
Además, los intereses que entregan los bancos hoy son «de juguete», tengo la plata en el banco por lo tenerla debajo del colchón, pero la verdad es que el dinero que genera es más desmotivante que seductor.
¿Qué opinión te suscita el actual sistema de pensiones? ¿Cómo crees que podría mejorar?
Me parece pésimo, un robo organizado entre siempre los mismos.
De hecho, durante el Festival de Viña decidí hacer un bloque que tuviera relación con esto, ya que me produce un rechazo brutal.
No hay que olvidar que el sistema de pensiones fue creado por la dictadura, por eso es curioso que los militares sean los únicos que tienen un sistema propio llamado CAPREDENA que, como dije en el Festival, «es como la AFP pero buena».
Sobre cómo mejorarlo, la mejor manera es acabar con las AFP y volver a un sistema de reparto, para lo cual yo no tendría problema en aumentar mi tasa de cotización si hubiera un sistema de reparto justo.
¿Crees que es importante descentralizar Santiago para que más jóvenes como tú, procedente de Talca, puedan llegar a cumplir sus sueños?
Soy un férreo defensor de la descentralización de la provincia, de hecho yo tuve que dejar Talca y venir a Santiago porque no tuve más opción.
Por eso, en la medida que pude, fui volviendo a la región, ya que siempre he tenido una conexión más profunda con la provincia. Ahora, por ejemplo, tengo mi teatro en Valparaíso, atendido por sus propios dueños, algo que no suele suceder en las ciudades grandes.
No debemos olvidar que la capital se compone de un 90% de provincianos que son quienes generan el movimiento económico: el poder y el futuro está en la provincia.