El pasado 16 de mayo del 2022, justo un año después de resultar elegidos, la Convención Constitucional presentó el primer borrador de la nueva Constitución, que deberá ser aprobado en un plebiscito de salida el próximo 4 de septiembre.
Sin embargo, esto ha suscitado opiniones de lo más diversas sobre todo en el plano económico… ¿Qué dicen sus detractores?
¿Y los que apoyan el “Apruebo”? ¿Cuáles son los aspectos económicos más relevantes?
Borrador de la nueva Constitución: principales cambios
Los principales puntos económicos del borrador constitucional son una mayor expansión de los derechos sociales, incluyendo un rol del Estado mucho más grande, así como incertidumbre en temas como las autorizaciones del sector minero o los derechos del agua.
El Economista Jefe en el Instituto Libertad, Gustavo Díaz Santis, señala que se han despejado interrogantes importantes como la autonomía del Banco Central o la eventual nacionalización de la minería del cobre, pero que aún persisten otros temas abiertos que podrían resultar muy negativos.
Así habla, por ejemplo, de la ambigüedad de los derechos de propiedad que, sin duda afectará negativamente a la inversión y al crecimiento.
Además, se han exagerado los temas medioambientales, ya que se busca imponer sin generar los adecuados contrapesos a favor del crecimiento económico.
También afirma que, si bien es importante avanzar en los derechos sociales, quizá no se implementen como la sociedad espera, con la consecuente frustración de expectativas de la ciudadanía.
Esto debido principalmente a que no se obtenga el financiamiento necesario por la magnitud de las promesas.
Visión negativa: impacto en las inversiones
Una de las mayores críticas de los economistas es que el borrador constitucional no viene acompañado de ningún informe financiero ni estimaciones del coste económico que tendrían los casi 500 artículos.
Justamente de esto habla el analista senior de Alfredo Cruz y Cía, Arturo Curtze, quien afirma que uno de los mayores problemas de esta Constitución es que al ser de «beneficios sociales» implica financiar gasto social, pero hay una tremenda ambigüedad respecto a cuál será este monto.
“Chile es un país que tiene la carga tributaria que le corresponde, pero si se empieza a aumentar el tamaño del Estado también lo hará la carga impositiva.
Me da miedo que acabemos convertidos en Argentina, donde se pagan 16 impuestos mensuales para financiar el gasto social”, advierte el experto.
Además, añade que dentro de los convencionales solo había un economista, Bernardo Fontaine, que también planteó cómo se iba a financiar todo esto.
Para él, se va a seguir aumentando el gasto hasta que la inversión se vaya, por eso cree que en el plano económico es un muy mal borrador constitucional.
La otra cara de la moneda: gran avance para el país
En el lado contrario están los economistas y expertos que creen que es un buen borrador de la Constitución, que busca acabar con la desigualdad, generar un crecimiento sostenible de la sociedad y reducir el impacto medioambiental.
Para el economista y vicepresidente del Centro de Estudios Nacionales de Desarrollo Alternativo (CENDA), Manuel Riesco, con la nueva Constitución se instalará una autoridad democrática legítima que permita enfrentar a los poderosos para impedir que abusen del pueblo trabajador.
Sobre la visión de los economistas sobre que el borrador constitucional reducirá drásticamente las inversiones afirma que ellos son grandes responsables de no haberse realizado a tiempo las reformas necesarias sin necesidad de grandes convulsiones como las que estamos viviendo.
“No hay nada más negativo para las inversiones que vivir en un ambiente de crisis nacional.
No hay nada mejor para las inversiones que reponer una autoridad legítima, aunque no sea del agrado de algunos inversionistas. Eso lo sabe todo el mundo”, concluye el economista.