Emprender es una decisión que puede cambiar definitivamente nuestra vida laboral, ya sea para bien o para mal. Arriesgarse con una idea o ser su propio jefe es una realidad que se está asentando en el pensamiento nacional y que cada vez cobra más fuerza entre los chilenos.
¿Somos realmente un país emprendedor? ¿Existen políticas gubernamentales que apoyen las nuevas ideas o las ganas de tener un negocio propio? A juicio de Rodrigo Frías, subgerente de Financiamiento Temprano de la Gerencia de Emprendimiento de Corfo, nuestro país en la última década se ha destacado como un país emprendedor, principalmente por su grado innovador ante el diseño de políticas pro-emprendimiento e innovación.
“Evidencia de esto es la favorable ubicación del país en diversos rankings de emprendimiento, la aparición en prensa internacional e incluso en investigaciones académicas en torno a las políticas que se han implementado”.
La tendencia es ir en apoyo del emprendimiento, las trabas tributarias se han ido arreglando, aunque algunos trámites demoran los procedimientos para hacer surgir el nuevo negocio. Alejandro Ramírez, abogado tributario de IUS Abogados, señala que en general los trámites se han ido simplificando cada vez más, en especial ante el Servicio de Impuestos Internos. Sin embargo, la obtención de patente en las municipalidades sigue siendo “muy burocrático y engorroso”, sobre todo cuando se debe recepcionar una obra en que los documentos son emitidos por el municipio, pero no están en línea con el fin de agilizar el resultado final.
En Chile, los términos de incubadora de ideas, aceleradoras de negocios han estado sonando cada vez más fuerte para ir en apoyo de los emprendedores. Para el asesor legal de Área 51, Claudio Sepúlveda, estas palabras suenan inspiradoras, “Pero no existen reglas claras respecto a que espera este inversionista, o incubadora, respecto al costo real de “ese millón” que ha puesto en el bolsillo del emprendedor”. A su juicio, falta la cultura reguladora respecto a los porcentajes de participación, injerencia en decisiones de quien pone este capital semilla, además de la rentabilidad que se espera a futuro, así como determinar en caso de fracaso quién asume y de qué forma ese riesgo.
Programas de financiamiento
Actualmente la Gerencia de Emprendimiento de Corfo tiene como foco apoyar emprendimientos en etapa temprana, con un componente innovador y alto potencial de crecimiento. Para este 2018 cuenta con nueve instrumentos tipo Semilla (proyectos requieren una inversión menor a US$200,000), los cuales abarcan desde fase idea hasta fase escalamiento. Destina anualmente más de US$ 33 millones en apoyo a emprendimientos distribuidos en diferentes programas.
A nivel nacional el programa más exitoso es el Capital Semilla Corfo, el cual es el más antiguo y al año recibe más de 4.500 postulaciones de todas las regiones del país. Esto lo transforma en un programa muy competitivo. A nivel internacional Start-Up Chile tiene el mayor alcance, principalmente porque el 80% de los participantes son extranjeros que vienen a emprender a Chile.
Desde el punto de vista de los fondos concursables, Sercotec dispone de varios programas para poner en marcha un proyecto de negocio o potenciar el crecimiento de una pequeña empresa. Están disponibles el Capital Semilla como el Capital Abeja Emprende (este sólo para mujeres) los cuales apoyan la puesta en marcha de nuevos negocios. Entregan un subsidio de hasta 3,5 millones de pesos para inversiones, asistencia técnica, capacitación y marketing. Las personas que resulten seleccionadas deben aportar un 20% del co-financiamiento de Sercotec.
Para las empresas ya constituidas, en tanto, existe Crece, Fondo de Desarrollo de Negocios. Este ofrece un subsidio de hasta 6 millones de pesos para inversiones, asistencia técnica, capacitación y marketing. Cada empresa seleccionada debe aportar un 30% del cofinanciamiento Sercotec. Pero lo importante es que ahora reciben no sólo mayores montos para comprar equipos y hacer inversiones, sino asesoría y capacitación para fortalecer su gestión y un acompañamiento que asegure que alcanzaron los resultados esperados, en términos de aumento de ventas, generación o retención de empleos y otros.