Los impuestos corporativos han bajado en países desarrollados como Estados Unidos, Francia, Rusia y China con el único fin de reactivar la competitividad económica y atraer la inversión. Esta modalidad fue impulsada por el presidente Donald Trump con el objetivo de bajar la carga impositiva a la clase media y a los empresarios.
Las naciones más industrializadas y desarrollados siempre están en constante preocupación por tener las cargas impositivas bajas con el fin de no perjudicar su productividad y competitividad. Con estas decisiones la inversión aumenta, pero también se cuestiona que la medida perjudica las arcas fiscales y por ende afecta a las políticas sociales de cada país.
Esta situación ya se ha transformado en tendencia e incluso la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) informó que se está intensificando la competencia en el impuesto a las empresas como respuesta a la baja inversión.
Esta modalidad comenzó a replicarse en el mundo luego que el gobierno de Trump pasara de un impuesto de 39% para las corporaciones, el más alto de los miembros de la OCDE, a uno de 21%, quedando por debajo del promedio de 25% del mismo organismo. A pesar de que el presidente de EE.UU no goza de la mejor popularidad a nivel mundial, su manejo en esta materia ha sido ejemplo a imitar en otros países de la organización. Por ejemplo Francia propuso en el presupuesto 2018 reducciones de impuestos a empresas y particulares por 7.000 millones de euros a través de medidas fiscales.
Bélgica promulgó la ley que rebaja la tasa corporativa desde el 33% actual a 29% en 2018 y 25% en 2020. Reino Unido ya había iniciado este proceso antes que Estados Unidos, pero sin revuelo mediático, y ha recortado desde la última década desde una tasas de 30% hasta el 19% y para el final de la década debería estar en 17%. Dinamarca también espera volverse más competitivo y atractivo para los inversionistas copiando un modelo de reducción de impuestos que se ha instaurado en Suecia y Nouega.
¿Por qué se ha generado esta baja de impuestos?, al respecto, Claudio Sepúlveda, abogado y Socio Director de BS Abogados, indica que la medida genera desarrollo corporativo, lo que significa que se crean más puestos de trabajo e impulsa a la empresa. Por otra parte la “Baja de impuesto a las personas, habla de devolver poder al contribuyente, para que tenga mayor capacidad económica, mayor grado de decisión frente al Estado desde el punto de vida del poder económico”.
La realidad chilena y latinoamericana
Esta tendencia global llegó a América Latina. Argentino dio un paso considerable al aprobar la baja gradual del impuesto a las empresas desde el 35% al 25%. Dicho recorte sólo se aplicará a las compañías que reinviertan sus beneficios. Brasil, aún mantiene una tasa promedio de impuesto corporativo de 34%, y actualmente se encuentra discutiendo sobre si sumarse a esta modalidad.
La realidad de nuestro país es que aún se mantiene la tasa de impuesto corporativo a las empresas en un 27% y de no haber modificaciones en esta materia como la anunciada por el Presidente Electo Sebastián Piñera de simplificar el sistema y devolver la tasa al 25%, nuestro país tendrá un impuesto mayor al de Argentina. Según lo anunciado por su equipo económico, la baja del impuesto dependerá, primero, de la capacidad de crecimiento, pero también de cómo se recibe el país en finanzas públicas. A juicio del socio de BS Abogados, “La tarea para el gobierno entrante será demostrar, con cifras, la reactivación económica que el país requiere y luego de ello, se daría el piso para hablar efectivamente de rebaja impositiva”.