El carbono, como negocio, con la transferencia de recursos financieros a países en vías de desarrollo, facilita la reforestación, la captura de metano y otras acciones tendientes a mitigar el impacto ambiental que generan las actividades productivas. En esta nota, te contamos cómo funcionan los bonos de carbono.
Los bonos de carbono son un mecanismo internacional de descontaminación para reducir las emisiones contaminantes al medio ambiente. La propuesta es parte del Protocolo de Kioto para la reducción de emisiones causantes del calentamiento global que tanto preocupa a los grandes líderes mundiales. “Un bono o crédito de carbono reduce una tonelada de CO2e en la atmósfera a través de proyectos de reducción de emisiones como proyectos de energías renovables, reforestación, conservación de bosques, captura de metano entre otros”, explica el director de CarbonNeutral, Felipe Sepúlveda.
La unidad de un bono de carbono se expresa como una tonelada de CO2e y se compra a través de brokers y resellers de carbono o se adquiere mediante bolsas climáticas. Para Felipe Sepúlveda, estos bonos son un instrumento clave en la lucha frente al cambio climático, pues transfieren recursos vía inversión en proyectos de reducción de carbono, los cuales no se hubiesen podido realizar sin el financiamiento de carbono.
“El mercado de carbono es la manera más eficiente de reducir emisiones de gases de efecto invernadero al transferir recursos financieros y tecnología a países en vías de desarrollo, los cuales explican el aumento de las emisiones globales futuras proyectadas y de este modo poder evitarlas”, señala el director de CarbonNeutral.
En Chile, una de las empresas que se ha interesado en este mecanismo es Cono Sur, una de las viñas del grupo Concha y Toro, donde reconocen que hay procesos en las cuales se generan GEI, pero se encuentran fuera del alcance (gestión) de la organización, como el transporte de los vinos. Por eso, desde 2007 la viña compensa todas las emisiones asociadas al transporte de sus vinos a los mercados de destino.
“Para la temporada anterior la viña adquirió bonos de carbono de dos proyectos, uno en Colombia y otro en Chile. Para la presente temporada, los bonos serán adquiridos en un proyecto de energía renovable (eólico) en India y otro en la costa valdiviana, en Chile”, detalla Christian Maire, jefe de sistema de gestión y sustentabilidad de Cono Sur.
Proyectos más limpios
Según el Ministerio del Medio Ambiente, el cambio climático es uno de los grandes desafíos que enfrentamos como humanidad. Chile- como miembro activo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) – presentó su Contribución Nacional Determinada, en el marco del Acuerdo de París, comprometiéndose a desarrollar e implementar políticas y acciones climáticas que permitan a nivel local la adaptación, la mitigación y el cumplimiento de los acuerdos globales y muchas empresas se han sumado a la misión de lograr estos objetivos.
“Es casi indiscutido que el cambio climático es causado por el incremento en las emisiones de GEI. La compra de bonos de carbono es una forma de estimular el desarrollo de proyectos más limpios que apunten al objetivo mundial de reducir las emisiones. En este sentido, Cono Sur aporta su grano de arena al compensar las emisiones asociadas al transporte de sus vinos”, señala Christian Maire.
Sin embargo, no es la única acción que ejecuta la viña chilena para cuidar el entorno. Además, se encuentran en construcción cinco plantas fotovoltaicas, las que permitirán prontamente reducir las emisiones asociadas a la generación de energía. En 2014, la empresa logró la certificación de su sistema de gestión de la energía, basado en ISO 50.001, lo que ha permitido mejorar la eficiencia del uso del recurso en procesos de alto consumo como son el riego y el uso de calderas y chillers (enfriadores de líquidos).
Comments
comments