La subida del salario mínimo fue uno de los compromisos más relevantes durante la campaña de Gabriel Boric y su implementación ha generado diversas reacciones, sobre todo por cómo afecta a las Pymes.
La ley estipula que el sueldo mínimo subirá de manera retroactiva hasta los $400.000, con un subsidio retroactivo para las Pymes de $26.000 mil pesos por persona contratada.
Pero… ¿Será esto suficiente? ¿Cómo impactará en un sector tan castigado por la pandemia y el estallido social?
Subida del salario mínimo: Gran avance para el país
Durante la promulgación de la ley, el presidente Gabriel Boric, afirmó que “existe una fractura social grande e importante en Chile, que la van a enfrentar con más dignidad los habitantes de nuestra patria”.
En la misma línea, el director ejecutivo de ProPyme, Rodrigo Bon, afirma que para que un trabajo sea considerado “decente” debe contar con una remuneración suficiente para solventar las necesidades de las familias.
“Hay que mencionar que un trabajo decente también contempla el respeto de las leyes laborales, el desarrollo sindical, seguridad laboral, capacitación, certificación, inclusión laboral, entre otros ítems”, agrega el experto
Sin embargo, comenta que si bien es el mayor aumento del sueldo mínimo de los últimos 29 años, aún falta para alcanzar los estándares internacionales, ya que todavía queda muy lejos de los principales países miembros de la OCDE.
También comenta cómo es la primera vez que se instala un mecanismo que apoya a las Pymes y que además se tendrá en cuenta la inflación acumulada ya que si supera el 7% el ingreso mínimo subirá a $410.000 pesos.
Sin embargo, desde el sector empresarial afirman que con la economía e inflación actual, una política pública como esta atenta directamente a las posibilidades de generar empleo y crecimiento económico. Como también que ese mecanismo de apoyo a Pymes es insuficiente.
La cara opuesta de la moneda
La subida del sueldo mínimo en Chile fue producto de un acuerdo entre el Ejecutivo y la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la organización sindical más grande del país con la participación de representantes de las Pymes del país.
El Vicepresidente de Conapyme, Hector Sandoval, señala que en realidad el Gobierno sólo dialogó con los representantes de su misma tendencia debido a que ellos -con 540.000 empresas asociadas- no fueron consultados.
Esto, afirman, se debe a que no respaldan la ley por una razón bien simple: las Pymes tienen muchas deudas tributarias, de inseguridad social y deben muchos impuestos municipales y territoriales que todavía no han podido pagar.
“Por ejemplo, muchos todavía tienen pendientes los pagos de las cotizaciones previsionales de los fondos de cesantía de la pandemia, cuyos montos aumentaron exponencialmente por los intereses”, agrega Sandoval.
Para acabar, también afirma que el subsidio a las Pymes es “engañoso” ya que será descontado del ingreso mínimo garantizado que es un aporte estatal para que los trabajadores puedan recibir líquido $300.000 pesos. Por lo que no acaba dando absolutamente nada.
La importancia de otras medidas
Otra importante asociación que ha querido dar su visión sobre este tema ha sido la Asociación de Emprendedores de Chile (ASECH). Comentan que, si bien la aprobación del aumento del salario mínimo es un importante avance, se debería complementar con otras leyes más.
En este sentido, el presidente de ASECH, Marcos Rivas, comenta que su acuerdo con el Gobierno en el marco del salario mínimo considera avanzar en una serie de medidas urgentes, para ayudar a la crítica situación de los emprendedores.
Estas incluyen modificaciones a la Ley de pago a 30 días que hoy es letra muerta, cambios a la Ley de Insolvencia, nuevos plazos y mayor flexibilidad para el pago de deudas por IVA, patentes comerciales, créditos Fogape, entre otras.
Para él, la clave está en avanzar con estas medidas urgentes y que la autoridad plantee una hoja de ruta para el crecimiento económico debido a que esta es la única fórmula para hacer sostenible el alza del salario mínimo.
En definitiva, como hemos visto las opiniones son diversas sobre cómo afecta la subida del salario mínimo a las Pymes, lo que parece claro es que debe ir acompañado de medidas para controlar la inflación e impulsar la economía.