Antiguamente, las estrategias de negocios de las empresas podían permanecer intactas y obtener muy buenos resultados en el tiempo. Pero hoy, a través de mercados que mutan constantemente y con tecnologías que revolucionan el mundo, las compañías deben adaptarse a los nuevos desafíos y -para ello- las consultoras de crecimiento, productividad e innovación se han vuelto una carta que todas, tarde o temprano, van a jugar.
Por Javier Aramburu García.
Dentro de Latinoamérica, Chile ha sido una de las economías que ha experimentado mayor crecimiento en la última década. No obstante, el Banco Mundial afirma que tras el auge producido entre 2010 y 2012, se registró una desaceleración en 2014, que llevó al país a crecer un 1,9%,producto de un retroceso en el sector minero, provocado por el fin del ciclo de inversión, el declive en el consumo privado y el bajo precio del cobre.
El Presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, señaló en la página Web de dicha institución financiera, que “Chile aún enfrenta importantes desafíos. El responsable manejo macroeconómico y fiscal proporciona una base sólida para sostener y aumentar su tasa de expansión en el mediano y largo plazo, y lograr un crecimiento más inclusivo”.
¿Podemos como país adaptarnos a estos nuevos escenarios?, ¿qué papel juegan las Pymes en el desafío que enfrenta nuestra economía?, ¿cómo impulsar la productividad, crecimiento e innovación?
Se dice, en primer lugar, que las empresas se preocupan de mejorar la productividad y buscar fuentes de innovación cuando las cosas no andan bien. En ese sentido, el 2016 es el escenario ideal para que las pequeñas y medianas empresas salgan a buscar estrategias que les permitan mejorar su productividad y hacer frente al panorama económico.
Conversamos con 2 importantes consultoras, dedicadas a potenciar el desarrollo de Pymes en Chile, a través de distintas metodologías y modelos que rompen los viejos paradigmas y que las insta constantemente a reinventarse e innovar.
Aporte +1000
“COMPITE +1000” es un programa creado por el Centro de Innovación, Emprendimiento y Tecnología (CIET), de la Universidad Adolfo Ibáñez, cuyo diseño suma las capacidades de profesores, tutores e ingenieros, aportando mejores prácticas de gestión.
Dentro de sus funciones, se encuentra desarrollar proyectos y permitir a las Pymes generar potentes innovaciones, con avances significativos en productividad y competitividad.
Según Pedro Orueta, Director Ejecutivo de COMPITE +1000, “el programa parte con un diagnóstico de las empresas, para lo cual asignamos a un tutor y a un ingeniero. Luego, y por un período de 8 meses, vamos trabajando sobre los proyectos y ahí asisten a las clases donde ven temas de estrategia, desarrollo e innovación”.
Esta iniciativa está dirigida a las pequeñas y medianas empresas, con niveles de facturación que van desde los $300 millones a $10 mil y $20 mil millones. “No trabajamos con emprendedores porque ellos están en otra etapa y pasar por COMPITE exige que las compañías estén más ordenadas y lleven algunos años operando, porque así lo requiere el proceso de reestructuración e innovación, por eso es una consultoría aplicada”, explica Orueta. El programa comenzó en 2012 con 52 empresas y 63 proyectos.
Hoy, suman más de 1.300 empresas y más de 1.500 proyectos ejecutados o en pleno proceso de ejecución.
De éstas, un grueso se concentra en la Región Metropolitana, pero tienen una fuerte presencia en regiones como Valparaíso, Bío-Bío, Araucanía y Los Lagos.
Por otro lado, desarrollaron 2 programas que van en línea con COMPITE +1000. Uno enfocado netamente en el crecimiento del negocio a través de COMPITE CRECE y otro de innovación, donde llegan incluso a testear y realizar prototipos, llamado COMPITE INNOVA.
Una técnica de genios
Gaudí utilizaba la técnica de trencadís para hacer algunas de sus bellas obras de arte. Para ello, se basaba en que pequeños fragmentos cerámicos unidos con argamasa, podían expresar -en su conjunto- una obra. Algo así como lo que se conoce hoy en día como mosaico.
La consultora de innovación, Trencadis, adoptó este nombre, entendiendo que toda organización está compuesta por personas con ideas diferentes, pero que en conjunto pueden construir algo aún más grande desde la perspectiva de la participación y la colaboración.
La empresa se creó luego que sus socios, Nicolás Jubera y Sebastián Pilasi, cumplieran el desafío de implementar un extenso programa de innovación dentro de LAN, en donde actuaron como consultores de las distintas áreas y gerencias de la compañía.
Fue así como decidieron aplicar estas mismas metodologías en otras empresas y aportar al crecimiento de éstas, a través de la innovación, enfocada a distintos rubros, pero principalmente industriales.
En solo 4 años, Trencadis ha logrado tener presencia en los principales ecosistemas de emprendimiento e innovación de la región: Chile, Colombia, México y Perú.
“Nuestro cliente ideal es aquella empresa que requiere innovar. El emprendimiento requiere otros elementos y financiamiento, pero la innovación va dirigida a las organizaciones que deben dar el siguiente paso si quieren permanecer vigentes y sanas”, señala Nicolás Jubera.
En Trencadis ofrecen distintos programas, según las necesidades de cada cliente, a través de modelos de innovación colaborativa y talleres en esta línea, para los trabajadores de la empresa o sus proveedores. Además, trabajan con CORFO en la gestión de innovación para empresas chilenas.
Desde la visión de esta consultora, “antes, las empresas solo por operar y ser relativamente exitosas en la venta de su producto o servicio garantizaban su existencia por años. Hoy, con las tecnologías, todo cambia muy rápido y ninguna organización, por muy grande que llegue a ser o por los miles de millones que pueda facturar, tiene garantizado el éxito”, advierte Nicolás Jubera.
Nos encontramos en un punto donde, según la Confederación de la Producción y Comercio (CPC) y McKinsey, la productividad ha disminuido durante los últimos 10 años.
Con este antecedente, la misión que tienen estas consultoras se vuelve una pieza clave para mejorar la economía y generar un cambio, pues corporación que se duerme, se la lleva la corriente.
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