La encuesta del Banco Central sobre créditos bancarios del tercer trimestre reveló una menor restricción. Pero, al mismo tiempo, el organismo hizo ver la falta de un sistema consolidado de información crediticia, que dificulta el análisis de riesgo, en particular de los deudores que mantienen obligaciones con más de un oferente de crédito.
La economía chilena se está poniendo de pie, superando cuatro años de crecimiento negativo en la inversión.
Así lo reconoció en el Encuentro Nacional de la Empresa (Enade), organizado por Icare, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, quien anticipó mejores cifras para los últimos tres meses del año.
“Esperamos que las cifras del cuarto trimestre superen las del tercero en forma significativa y que, en particular, el mes de octubre muestre una recuperación muy importante respecto de los datos de septiembre”, dijo.
A la estabilidad de Chile, se suma el buen pronóstico que hizo la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que estimó un crecimiento del 4,1 % en 2018 para el país, es decir, cinco décimas más que lo que se había previsto hace seis meses.
“En un mundo en que las proyecciones van hacia abajo, donde las economías avanzadas y emergentes tienen correcciones hacia abajo, y Chile va hacia el alza, eso es positivo”, acotó el ministro al conocer las cifras.
Ante este panorama, los bancos están más flexibles a la hora de entregar créditos, pero también preparándose para la portabilidad que, eventualmente, tal como sucedió en el ámbito de las telecomunicaciones podría llegar a la industria financiera.
En octubre, el Banco Central publicó los resultados de la Encuesta sobre Créditos Bancarios del tercer trimestre de 2018, que reveló que las condiciones de oferta muestran menor restricción en el otorgamiento de créditos a hogares, especialmente, en consumo y vivienda.
En este último caso, se mantuvo la cantidad de bancos con estándares más flexibles en 17%, cifra similar a la del trimestre anterior.
Igualmente, el organismo mostró que la demanda de crédito por parte de los hogares, se percibe algo más fortalecida tanto para el segmento de consumo como para el de créditos hipotecarios, es decir, hay más personas pidiendo dinero prestado a los bancos.
En términos de préstamos para la vivienda, aumentó la proporción de entidades que señala un mayor dinamismo en el trimestre (33% comparado con 8%) y aumentó la cantidad de respuestas que consideran una demanda más débil (17% versus 8%).
Mercado inmobiliario
En el último informe de estabilidad financiera, publicado este mes, el Banco Central constata que el crecimiento del volumen, precios y crédito en el mercado inmobiliario ha estado en línea con el desarrollo económico del país, sin que exista evidencia de desequilibrios relevantes desde un punto de vista financiero.
En este contexto, la entidad también observó que el financiamiento hipotecario bancario ha cobrado mayor relevancia en los últimos 15 años y que los precios de la vivienda han crecido en torno al 5% real anual.
En el mercado del crédito hipotecario, el Banco Central apunta a la ausencia de un sistema consolidado de información crediticia, que dificulta la identificación y análisis de riesgo, en particular de aquellos deudores que mantienen obligaciones con más de un oferente de crédito.
Y es que, quienes simultáneamente mantienen obligaciones con instituciones que no comparten información de deuda, tienen mayor probabilidad de incumplimiento, lo que produciría una evaluación crediticia parcial.
Más competencia para el sector bancario
Si bien transbank maneja casi el 100% del mercado, los cuestionamientos del Tribunal de Defensa de la Libre Competencia, la decisión de Santander de no renovar su contrato y los nuevos actores de la industria Fintech también están favoreciendo a los consumidores.
La banca tradicional, necesariamente, tendrá que tomar medidas para enfrentar un panorama de mayor competencia que les permita retener y cautivar nuevos clientes.
“La decisión del Banco Santander da más alternativas y permite que en el mercado haya más opciones y que sea éste el que decida cual de esas opciones es la más conveniente. Hoy es necesario impulsar nuevas formas de pago como las tarjetas de prepago, las criptomonedas y las transferencias, para así terminar con una concentración de poder exagerado en los bancos y en las grandes marcas”, Roberto Opazo, comenta el director ejecutivo de Khipu.
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