¿No sabe dónde invertir dinero? Este nuevo modelo de inversión colectiva, que no exige créditos, pie ni Dicom, está disponible en el mercado inmobiliario desde 2012. Este mecanismo permite que cualquier persona pueda comprar acciones de un inmueble que luego será vendido con el fin de recuperar la inversión más la rentabilidad.
El rápido crecimiento inmobiliario cada día invade nuestros suelos sobretodo en la capital, sin embargo acceder a la compra de un inmueble no está al alcance de todos. Ser sujeto de crédito hipotecario o tener el pie de 20% son exigencias que sólo algunos pueden cumplir y hace más complejo el poder tener un bien raíz (revisa aquí si es un buen año para invertir en un bien raíz). Para democratizar la inversión inmobiliaria han surgido nuevas opciones como la inversión colectiva o crowdfunding, donde se puede tener un porcentaje de una propiedad invirtiendo desde $500.000.
“No nos importa si la persona tiene Dicom, capacidad de crédito, nivel de deuda, ni profesión. Sólo se debe ser mayor de edad, tener $500.000 para invertir y poseer una cuenta bancaria en una institución financiera de Chile, para ser parte de uno de nuestros proyectos”, explica Gonzalo Asenjo, Encargado de Proyecto de Lares, crowdfunding inmobiliario o también conocido como empresa de inversión colectiva en construcción.
La forma en como operan estas plataformas es simple. Buscan alternativas de inversión inmobiliaria, para que muchas personas puedan acceder a un porcentaje de una propiedad que se puede construir, remodelar o comprar para arrendar. Los crowdfunding o empresas de inversión colectiva como Lares, que son de construcción, crean una sociedad por acciones para sus proyectos, los construyen y luego al estar terminada la propiedad se encargan de venderla, para que los inversores puedan recuperar sus $500.000 más la rentabilidad anual.
Los socios podrán hacer seguimientos reales a la obra, a través de la plataforma y de encuentros presenciales. Otro beneficio es que si uno de los socios trae al comprador del inmueble del proyecto en el que se está invirtiendo, “podrá sumar al retorno de su inversión, el 1% del precio de venta”, comenta Asenjo. Si alguien quiere dejar de ser socio y obtener su inversión de vuelta, puede vender sus acciones. “En ese caso asistimos a la persona en la venta de sus acciones, ya sea a otro socio o a un tercero”, agrega.
Aprenda en qué invertir
La empresa Lares ofrece la oportunidad de participar en proyectos inmobiliarios que tienen una rentabilidad esperada diferente y que también depende del momento en que el inversionista participe. “Los primeros inversionistas y los inversionistas que invierten sobre 5 millones, tienen un beneficio extra de 1.5% de rentabilidad, las inversiones pueden simularse en la plataforma. Todos los proyectos tienen rentabilidades desde 7% anualizada en un escenario conservador” recalca el Asenjo.
La fuente de la utilidad depende del tipo de proyecto inmobiliario, pero no necesariamente de la antigüedad de una propiedad. Los tipos de proyectos que actualmente se están ofreciendo son:
Compra/venta: orientado principalmente en departamentos, donde la utilidad viene por la plusvalía y el arriendo de la propiedad durante un par de años. Este tipo de proyectos tiene una duración de 3 años.
Construcción: orientado a la compra de un terreno para construcción de casas. Aquí la utilidad viene del valor agregado de la construcción. Este tipo de proyectos tiene una duración de aproximadamente un 1,5 a 2 años.
La cantidad de personas que puede participar dependerá del monto total de inversión del proyecto inmobiliario, ya que no hay límite de inversionistas y las inversiones son desde $500.000. Pero ¿qué pasa si una persona al momento de hacer efectiva la venta se niega a vender su parte? Para evitar este tipo de problemas y conflictos entre diferentes inversionistas, cada sociedad es creada exclusivamente para el proyecto inmobiliario en cuestión, y los inversionistas tienen derecho a las utilidades de la sociedad pero no a voto.
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