El sistema de pensiones siempre se ha enfrentado a grandes obstáculos; desde la dificultad para asegurar un correcto balance presupuestario que evite perdidas (o que endeude a la nación) hasta el enorme «aparataje» administrativo necesario para movilizar esos fondos.
La realidad, es que los funcionarios de la administración pública no pueden tocar la puerta de cada uno y preguntar: ¿ha revisado su cartola diligentemente? ¿Lleva sus cotizaciones al día? ¿Se ha cerciorado de que su jefe tenga sus deudas previsionales saldadas?
Independientemente de las campañas de concienciación y de la existencia de funcionarios dispuestos a asesorar en este aspecto, la desinformación sigue siendo un grave problema.
El bajo monto de las pensiones
De acuerdo al reporte sobre el número y monto en UF de pensiones pagadas en el mes por modalidad, según tipo de pensión de enero 2018, el monto promedio de las pensiones corresponde a 7.99 UF, es decir, unos $214.331.
Realizando un análisis comparativo, a partir de julio 2017 el monto mínimo de una pensión básica es de $ 104.646, y el monto máximo con un aporte previsional solidario, es de $ 309.231. En base a esto, podemos llegar a la conclusión de que el promedio sigue siendo lejano al máximo, a pesar de que, según afirman diversos estudios, la mayor parte de las personas menores de 70 años en la actualidad tienen un empleo remunerado en Chile.
Lo anterior lo podemos atribuir a los diversos cambios culturales que se han dado en la segunda mitad del siglo 20, los cuales han disminuido el índice de mujeres dedicadas al hogar considerablemente. Esto último, nos lleva a la conclusión de que la mayoría de los ciudadanos debería estar cobrando un monto cercano a la pensión máxima, sin embargo, las estadísticas siguen apuntando a lo contrario.
Incidencia de la desinformación
Las razones para lo anteriormente descrito son variadas, pero, hay una en específico que es apropiado analizar con especial énfasis: la desinformación. Citando una tesis realizada para la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, encontramos el siguiente análisis:
«En el país no existe una educación previsional que pueda beneficiar a los trabajadores, por un lado al ser un sistema de ahorro forzoso y obligatorio, la mayoría de los cotizantes no está interesado en informarse sobre temas relevantes para su pensión futura (…) Por otro lado, existe un mayor grado de dificultad para entender los términos financieros y la complejidad de las inversiones,..»
La mencionada tesis, hace especial hincapié en la incapacidad de una AFP estatal para resolver los inconvenientes señalados, al menos por sí misma. En este aspecto, los asesores previsionales pueden ser la clave para dar soluciones a esta problemática.
La importancia de un asesor previsional
Un asesor previsional es un profesional encargado de asesorar a los usuarios respecto a su gestión pensionaria, con vistas a garantizar que el cliente cumpla con los requisitos necesarios, a fin de tener el mejor beneficio a futuro. Al mismo tiempo, se encarga de informar, guiar y contestar todas las dudas que puedan surgir en los usuarios respecto al tema.
Alfredo Cruz y Cía es una de las Consultoras Previsionales más destacadas en el área, con acreditación especializada que lo respalda para prestar un servicio fundamental; como es la meta de asegurar un mejor porvenir para los futuros pensionados.
Todo esto, con miras a contribuir a un país donde los ancianos -aquellos que han dedicado su vida a construir lo que es Chile hoy en día- tengan una correcta contraprestación por sus servicios y esfuerzo.
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