¡Un nuevo año comienza! Y enero es sinónimo de sol, calor, y por supuesto, playa y vacaciones. El verano y unos días de descanso vienen de la mano al inconsciente de todos. Pero, ¿es conveniente tomarse las vacaciones en esta época del año?
¿Qué se debe tener en cuenta?
Existen diversos factores a tener en consideración para tomar la decisión de pedirse vacaciones. Un factor siempre a considerar es el monetario, ya que para muchos destinos, tanto nacionales como internacionales, estamos en “temporada alta”, lo que lleva consigo que los precios sean un tanto más elevados que en otras épocas del año.
Y siempre hay que considerar el aspecto laboral. Para Odesa Estévez, Career Coach de Lee Hecht Harrison, “Un factor que debemos tener en cuenta es la dinámica de planificación que posee el equipo del cual se forma parte. Normalmente, en nuestro país el mes con mayor demanda para tomar vacaciones es febrero, por lo que optar por enero o marzo siempre será altamente valorado por el resto”.
El ciclo de vida es otro punto en consideración. “Quienes tienen hijos están sujetos al calendario escolar para poder planificar sus vacaciones, lo que abre alternativas en otros meses del año para quienes no se encuentran en esta situación», asegura Estévez.
¿Cuándo NO puedes pedirte vacaciones?
Siendo parte de una organización, el trabajo propio, en muchas ocasiones, impacta en el resto. Y tomarse vacaciones puede significar una sobrecarga para el resto del equipo, o bien imposible de llevar a cabo.
La ejecutiva de Lee Hecht Harrison afirma que
“Cuando las funciones de la persona impactan de manera crítica en un proceso de la organización, es recomendable no programar vacaciones. Esto tiene que ver con la correcta lectura que hace la persona de su rol y cómo el resultado de su trabajo agrega valor a otros procesos en la compañía”.
Pues bien, ahora que ya puedes programar de manera más consciente tus vacaciones, la invitación es a pensar en el destino.
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