No es fácil resumir la historia, vida y trayectoria de una actriz que ha estado presente en las más reconocidas obras nacionales, interpretado sobre 50 personajes y recibido más de 10 premios y distinciones. Pero si tuviéramos que hacerlo en una palabra, ésta sin duda sería “talento”.
Son pasadas las 18:00 hrs. y la reconocida actriz, Delfina Guzmán, acompañada de Claudia Di Girólamo, su hijo Gonzalo y su maquilladora, se encuentra rodeada de lápices, pinceles y brochas. ¿La razón? En poco más de 1 hora presenta la segunda función de su más reciente obra: “Alas para Delfina”, en el Teatro Municipal de Las Condes.
Acaba de cumplir 88 años, edad en la que puede darse el lujo de entrar al teatro y que éste se paralice por una sola razón: ella. Así es como todo el entorno se mueve para ayudarla, atenderla o simplemente darle un abrazo cariñoso. Es que su trayectoria, personalidad y cercanía, la han llevado a ganarse el cariño y respeto de la gente. Y se nota.
Pero fue en su infancia, en el colegio Dunalastair, donde las actividades culturales, comenzaron a marcarla. Recuerda con mucho cariño su primera obra, “El fantasma de la geometría”, donde entendió lo que era estar en el escenario. “Es un lugar donde te encuentras sola, pero a la vez estás súper acompañada. En ese momento entiendes la responsabilidad que implica y la entrega que requiere, pues de-bes dar el máximo”, comenta la actriz.
Y agrega que en dicha presentación, en donde además interpretó al personaje principal; el fantasma, “tomé una sábana y la rompí para hacerle los ojos. Eso enfureció a mi mamá, María Luisa Correa, pero finalmente la interpretación anuló cualquier castigo”, rememora Delfina.
EL TEATRO Y LA VIDA
Delfina Guzmán, estando en el colegio, entendió que había un mundo de trabajo, preparación y formación detrás de su recién descubierta pasión. Fue desde entonces que comenzó a relacionarse con gente del espectáculo. “Conocí a Alejandro Jodorowsky, con quien hice pantomima por mucho tiempo y logré reconocer mi vocación”, comenta la actriz.
Una vez terminada su etapa escolar, entró a estudiar Teatro en la Universidad de Chile. Egresó en 1956 y una vez fuera de dicha casa de estudio, debutó con un rol protagónico en la obra “Pueblecito”, de Armando Moock, cuya interpretación la llevó a obtener el premio Caupolicán.
Pese al reconocimiento, recuerda que el personaje que más la marcó fue “muda”, en la obra “Pedro, Juan y Diego”, y la enorgullece el hecho de que todos los comentarios sobre ella fueron positivos y alentadores. “Inventé un lenguaje. Dicen que he sido la muda más parlanchina”, declara entre risas.
La actuación es lo que la mueve y motiva a seguir adelante, pero su verdadero motor de vida son sus 4 hijos, 12 nietos y 8 bisnietos. “Mi gran hobby son ellos, mi familia, mi tribu. Son lo más importante y quienes me animan a diario a continuar”, asegura Delfina.
Ha transcurrido ya casi media hora, y entre conversaciones, han entrado y salido de su camarín varios de sus nietos, quienes van llegando al teatro para la función, porque la actriz, en ésta, su obra, actúa con ellos, transformando “Alas para Delfina” en un proyecto familiar, en el que se repasan grandes vivencias y su tan aclamada trayectoria actoral.
Delfina Guzmán está a minutos de salir al escenario con la que se dice que sería su última pasada por las tablas. Sus años de experiencia le permiten derrochar espontaneidad, y en esta obra además plasma su vida y sensibilidad. “He estado rodeada de cultura en el paso de mis años, lo que ha agudizado mi creatividad, y es con esto como funcionas en el mundo del arte”, agrega Guzmán.
Es en ese mismo instante que entra Gonzalo, su hijo, advirtiéndole que ya están a pocos minutos de comenzar. Se prepara, siempre mirando adelante, pues para ella, es imposible no pensar en lo que viene, siendo prioridad el estar junto a sus seres queridos y a quienes han estado a su lado a lo largo de la vida. Luego de unas risas, recuerda: “Me han estado tirando tanto el ataúd encima, que lo único que espero es que no sea así. Esta obra me llegó como regalo y la estoy disfrutando muchísimo, junto a los que más quiero”, concluye.