La norma jurídica, impulsada por las agrupaciones de padres y parlamentarios de distintas ideologías políticas, busca entregar tranquilidad económica a quienes hoy deben elegir entre atender a un hijo con una patología grave o trabajar.
Por Ana María Cuneo
“Crearemos un mecanismo solidario para las madres y padres trabajadores, en caso de que sus hijos e hijas menores de 15 años sufran un accidente o enfermedad grave y de alto riesgo vital”. Estas palabras, pronunciadas por la Presidenta, Michelle Bachelet, durante su tercera Cuenta Pública el pasado 21 de mayo, son el fruto de 5 años de trabajo de las organizaciones “Sin licencia para Cuidar”, “Onco Mamás” y de un grupo de parlamentarios, que han luchado para que el cuidado de un hijo enfermo sea ley.
El proyecto, que será enviado al Congreso para su tramitación durante el segundo semestre de este año, busca otorgar a los padres la posibilidad de cuidar a un menor en situación de salud grave, sin tener que renunciar a su empleo ni presentar licencias médicas que son rechazadas por Isapres o Fonasa, provocando un problema más al interior de la familia.
Al respecto, la Jefa de la Bancada de Diputados Independientes, Karla Rubilar, recuerda que, comenzado el actual Gobierno, se reunió con la entonces Ministra del Trabajo, Javiera Blanco, para presentar el proyecto bajo la figura de una licencia por enfermedad grave de un hijo menor de 1 año, extendida por 6 meses, y con una cobertura de cualquier enfermedad catastrófica.
¿Cómo acogió el Gobierno esta iniciativa?
La jefa de la cartera consideró que era una muy buena idea y se comprometió a traducirla a cifras y buscar la figura más factible para su realización. Tras ello, comenzamos a reunirnos en mesas de trabajo, donde estaba presente el actual Ministro de Desarrollo Social, Marcos Barraza, quien en ese entonces ocupaba el cargo de Subsecretario de Previsión Social. En esas sesiones, surgió una fórmula que indicaba que operaría un seguro de cotización del empleador para permitir un permiso pagado. Con la llegada de Ximena Rincón como titular del Ministerio, y tras 1 año de análisis, el proyecto fue enviado al Ministerio de Hacienda.
¿Cómo es el proyecto que existe actualmente?
Aun cuando fue anunciado, no existe claridad sobre el detalle. No es una iniciativa que esté redactada ni 100% consensuada en su fórmula. Lo que hay es un nuevo nom bre, que es Sistema de Acompañamiento del Niño y la Niña (SANNA), que es un seguro ya no de cotización tripartita, es decir, solventado por el empleador, trabajador y un aporte inicial del Estado, que da un permiso pagado de 3 meses y uno sin goce de sueldo por el mismo período.
¿Qué te parece esa figura?
Al conversar con los médicos y tomando en consideración que la enfermedad más frecuente que utilizará este seguro es el cáncer -aun cuando no está restringido a ella- se entiende que, en promedio, un niño necesita mínimo 6 meses de acompañamiento.
Por ello, consideramos fundamental que se hable de ese período pagado. Esos 3 meses sin goce de sueldo no sirven, dado que en una situación así, los gastos son enormes y es importante contar con ese ingreso. En tanto, creemos que la edad que debe cubrir es hasta los 18 años, mientras que el Ejecutivo está considerando solo hasta los 15. Por ello, poco antes del anuncio presidencial, estuvimos en reunión con el Ministerio de Hacienda, para explorar otras fórmulas que incluyan estos 2 puntos. En este sentido, esperamos poder llegar a incluirlos antes de que la iniciativa ingrese al Parlamento y -por lo mismo- estamos llanos a tener mesas de trabajo pre legislativo.
¿Existe consenso en la forma, monto y formato que financiará a esta iniciativa?
El monto que se calculó en el Ministerio del Trabajo fue un 0,006%. Sin embargo, la cartera de Hacienda no nos ha informado el que hacen ellos. Respecto de la fórmula, en ese ministerio nos comentaron que, a diferencia del Seguro de Cesantía o Invalidez, éste no puede ser cobrado a todos los cotizantes, porque al cumplir cierta edad, la persona ya no tendrá un hijo que pudiera tener esta condición, lo que disminuiría el universo, complicando el escenario. En este sentido, y en concordancia con lo que había anunciado la Presidenta sobre la importancia de crear un sistema de cuidado universal, pusimos sobre la mesa la idea de que se cotizará a todos y que este seguro operará tanto para menores como para adultos mayores, pues a todos nos tocará cuidar a nuestros padres.
¿Cuál será el tope?
En el entendimiento que debe haber uno, creemos que debiera ser el mismo que está estructurado cuando una persona se enferma, es decir, igual al de las licencias médicas.
¿Quiénes podrían utilizar este seguro?
La idea que tenemos concebida es que puedan optar a él -indistintamente- madre, padre o quien tenga la tutela del menor.
¿Cómo se definirán las enfermedades que serán incluidas en este mecanismo?
Eso es algo que se va a discutir este semestre, sin embargo, se podría comenzar con una cierta cantidad que vaya aumentando progresivamente en el tiempo.
Acá el Ministerio del Trabajo y de Salud deberán trabajar en conjunto, pero respetando la premisa de que se trata de enfermedades y accidentes graves y de riesgo vital.
¿Cuándo crees que este proyecto podría convertirse en ley?
Si bien existe un borrador que fue entregado al Ministerio de Hacienda, hay muchas cosas que deben pulirse, como definir si será pagado a través de las Cajas de Compensación o no, además de los otros puntos que hemos conversado. Para esto, esperamos que el trabajo pre legislativo comience ahora e incluya a parlamentarios de todos los sectores políticos, pues permitirá acelerar su concreción. Con todo, y si es un documento medianamente consensuado en su ingreso, debiera ser una realidad en 1 año.