Es un hecho que el mercado laboral es cada vez más competitivo y eso incide en la empleabilidad: cada año egresan cientos de nuevos profesionales, ávidos de obtener un lugar en el campo que han estudiado. Esto ha generado nuevas necesidades relativas a la constante capacitación, actualización de conocimientos y especializaciones.
En este contexto, los estudios de Magíster y Diplomado se han posicionado como una de las principales alternativas en la búsqueda del anhelado plus que otorgue ventajas comparativas con respecto a los pares. Sin embargo, las características y enfoques de estas modalidades son diferentes, y generan distintos impactos en la formación de un profesionales. Estas son las principales diferencias y similitudes entre estos programas, y que cuyo efecto impacta en la empleabilidad:
Enfoque
Las Maestrías se caracterizan por ser programas académicos exigentes, de alto rigor académico y que suelen requerir bastante dedicación, lo que dificulta las actividades laborales paralelas. Los contenidos de estos son relativos a la profundización de las materias de estudio de una carrera.
Corresponde hacer la diferencia entre los Magíster meramente académicos y aquellos con un enfoque profesional. Los primeros, tienen como finalidad fortalecer las capacidades docentes e investigativas en sus estudiantes, mientras que los segundos potencian habilidades y conocimientos técnicos enfocados en el ejercicio profesional.
En la vereda contraria, se encuentran los Diplomados, que ofrecen alternativas de capacitación en temas puntuales, sin ser estrictamente necesaria una potente formación académica en una carrera. Los Diplomados ofrecen una opción de corta duración y práctica en su aplicación a las labores diarias de un profesional.
Grado académico
Un importante aspecto diferenciador entre Maestrías y Diplomados hace referencia a la consecución de un grado académico al finalizar los estudios. Un Magíster plantea un ascenso de grado desde licenciado a magíster, mientras que un Diplomado otorga certificaciones específicas, sin entregar nuevos grados académicos. Esto puede verse traducido en una ventaja para los egresados de Magíster, pues cuentan con mayores posibilidades de postular a cargos académicos y gerenciales, además de contar con amplio reconocimiento internacional, facilitando posibles migraciones.
Sobrecualificación
Uno de los principales inconvenientes que conlleva el estudio de programas de Magíster está relacionado con la percepción de que los egresados de estos están sobrecalificados para algunos cargos, pero sin la experiencia laboral suficiente para otros. Por esto, es fundamental balancear la formación académica de una Maestría con experiencia laboral en el rubro deseado, si es que el fin de los estudios está en aumentar la empleabilidad.
En el caso de los Diplomados, este aspecto es menos relevante, pues la capacitación está orientada al ejercicio profesional y sus modalidades de estudio son, por lo general, compatibles con la adquisición de nueva experiencia laboral.
Redes de contacto
Una de las principales ventajas que plantean, tanto Diplomados como Maestrías, es el potencial establecimiento de redes de contacto con profesores y compañeros. Este aspecto puede incrementar las perspectivas laborales de los egresados, favoreciendo la empleabilidad.
En resumen, la principal diferencia entre Maestrías y Diplomados es la necesidad de alcanzar diferentes niveles de especialización. Si bien es cierto que ambos cuentan con ventajas comunes relativas a la actualización de conocimientos y a la elaboración de nuevas redes de contactos, se debe ser cuidadoso a la hora de seleccionar una modalidad de estudio, ya que se puede incurrir en sub o sobrecualificación dependiendo de los intereses de cada uno.
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