Saber en qué invertir es una de las más importantes decisiones que se deben tomar a nivel financiero. Una buena elección ayuda a generar más dinero, algo de por sí muy importante porque disponer de un mayor capital significa mayor libertad financiera. Sin embargo, realizar una inversión implica necesariamente asumir cierto riesgo, por lo que el mejor camino es la diversificación de las inversiones.
Atendiendo a lo anterior, para tener mayor tranquilidad sobre los recursos de los que esperamos recibir ganancias es necesario diversificar las inversiones. ¿Por qué?
1. Se compensan las pérdidas
El sistema financiero global es muy variable, y puede pasar rápidamente de un escenario en crisis u otro de plena bonanza, y por eso resulta clave saber en qué invertir o qué instrumentos ofrecen mejores perspectivas.
Para ilustrarlo, imaginemos que hemos invertido todo el capital en una aerolínea, pero un buen día se declara en quiebra, es absorbida por otra aerolínea o uno de sus aviones estuvo involucrado en un accidente aéreo, dañando la imagen de la compañía. El resultado inmediato es que se puede perder una buena parte o la totalidad de la inversión.
La solución pasa por invertir en activos que no estén correlacionados, porque mientras algunas empresas van a la baja en lo económico, otras pueden generar una ganancia que permita compensar las pérdidas. En la práctica, esto se denomina “no poner todos los huevos en la misma canasta”.
2. Protección contra el riesgo sistémico
Cuando hablamos de riesgo sistémico nos referimos a los activos en el mercado que pueden verse afectados en su valor por eventos nacionales o globales -como una guerra-, incremento de las tasas de interés, inflación, cambios de gobierno, etc.
Siendo que no todos los activos tendrán un mismo comportamiento en este tipo de escenarios, algunos perderán gran parte de su valor mientras otros no. Eso es fundamental para saber en qué invertir.
En ese sentido, una cartera de inversión diversificada ayuda a compensar las pérdidas de un activo con los buenos márgenes de ganancias de otros.
3. Protección contra el riesgo no sistémico
El riesgo no sistémico es el referido al activo o empresa en particular en que hemos invertido. Cuando un activo tiene un pobre rendimiento en lo económico, la diversificación en la cartera de inversión nos ayuda a contrarrestar su pérdida de valor porque otros activos pueden tener la tendencia contraria, es decir, a revalorizarse en el mismo periodo.
4. Mejor control de las utilidades a corto y largo plazo
¿En qué invertir para tener un mejor control de las utilidades o del riesgo de depreciación de un activo? Invertir de manera proporcional en activos de renta variable y de renta fija es una buena alternativa. Los activos de renta variable ofrecen mayor ganancia en el largo plazo, pero son volátiles. Por otra parte, los activos de renta fija ofrecen mayor estabilidad aunque con un rendimiento inferior en el tiempo.
Como ves, no basta con el solo hecho de invertir: hay que hacerlo de forma diversificada. Así, podrás aumentar las posibilidades de conseguir mayores márgenes de ganancia y, lo más importante, disminuyes el riesgo de perder parte o la totalidad del capital.
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