Cuidar la energía es tarea de todos y muchos se lo han tomado en serio. Pequeñas inversiones pueden significar no sólo ahorro, sino mitigar –en parte- el impacto de las emisiones en el planeta. El uso de energía solar, por ejemplo, puede abastecer más de un 75% el consumo de agua caliente de un hogar.
Leonardo Ávila pasó los sesenta, una etapa en la que sumergirse a la piscina ya no es tan fácil como a los veinte. Pero como el agua es su espacio de relajación, instaló paneles solares en el techo de su casa que se conectan con la piscina y mantienen el agua a una temperatura ideal para nadar a cualquier hora del día. Para él la inversión valió la pena, sin duda alguna. Lo dice después de una década disfrutando de sus beneficios en La Reina.
En San Bernardo, pese a que es una comuna que suele tener episodios de neblina, Andrés Gumucio, quiso apostar por la energía solar. “Instalé un sistema abierto de tubos de vidrio, que son de alto rendimiento. El agua que se calienta en un estanque de cien litros circula por esos tubos”, explica. En su casa vive junto a su mujer con quien disfruta hace dos años de las ventajas del sol como fuente de energía. “Yo gastaba en gas licuado doce galones de 45 kilos promedio anual y pasé a usar solo dos al año. El equipo se pagó en dos meses”, afirma.
El único inconveniente en el hogar de Andrés es que no hay agua caliente proveniente de su sistema solar cuando está lloviendo o está muy nublado. Nada, comparado con el ahorro en gas licuado.
El director ejecutivo del Centro de Innovación, Emprendimiento y Tecnología de la Universidad Adolfo Ibañez, Pablo Pastene, es especialista en energía solar y explica que en el hogar pueden implementarse opciones térmicas y fotovoltaicas. “La energía solar térmica permite abastecer en más de un 75% el consumo de agua caliente de un hogar, lo cual también puede ser usado para temperar una piscina o apoyar la calefacción de la vivienda. Con esto se deja de consumir combustibles fósiles con gas o parafina. La solar fotovoltaica sirve para producir electricidad, por lo cual bajará el consumo eléctrico de la red, con el consecuente ahorro en las cuentas”, afirma.
Según el académico, el ahorro de energía por soluciones solares instaladas en casa depende de la zona geográfica de Chile. Por ejemplo, en Calama un sistema solar puede aportar como mínimo un 75% de la energía consumida para el calentamiento de agua y en ciudades como Punta Arenas, puede aportar como mínimo un 33% de la energía. “En el caso fotovoltaico, las cifras son más flexibles, ya que hoy en Chile tenemos la ley 20.571 que permite inyectar los excedentes de energía (lo que produce el sistema fotovoltaico, pero no se consume en ese momento en el hogar). En este caso hay que hacer una evaluación económica, pero podemos llegar al caso de que el sistema abastezca el 100% de consumo del hogar”, dice Pastene.
A bajar la cuenta de la luz
Si se instala un sistema fotovoltaico en una vivienda, uno puede llegar a pagar cero pesos al año. Sin embargo, eso implica sobredimensionar el equipo solar, lo cual puede no ser rentable, pero los equipos están bajando mucho de precio, así como está sucediendo con las baterías de almacenamiento, señala el director del CIET. “En un futuro cercano, será rentable tener un sistema solar con batería que permita abastecerse en un 100% de energía solar e incluso poder intercambiar energía con los vecinos”, dice.
El costo de un sistema solar térmico puede alcanzar 1,5 millón de pesos instalado, mientras que el de uno fotovoltaico puede estar cerca de los 2 millones de pesos en algunos casos. Pero, dado que cada vivienda es diferente, en cuanto al espacio disponible, la calidad y orientación al sol del techo, este monto varía caso a caso, explica Pablo Pastene.
Solar Academy
Solar Academy es una iniciativa de la Universidad Adolfo Ibañez que busca contribuir al desarrollo de la industria solar. En abril viene una nueva versión, enfocada a ejecutivos de empresas que quieran abordar el negocio solar.
Consiste en un programa de cursos y talleres dictados por especialistas en la industria, que incorpora ejemplos de innovaciones y modelos de negocios de empresas solares, el desarrollo y financiamiento de proyectos solares y las tendencias del mercado latinoamericano.
El segundo programa está orientado a emprendedores que busquen potenciar sus proyectos con modelos de negocios innovadores, donde el apoyo consiste en talleres presenciales y mentorías especializadas.