Sebastián Martinoli (32), emprendedor y creador de las calzas high tech para ejercicios y práctica deportiva, nos explica cómo – entre ensayos, errores y prototipos- irrumpió el mercado con un innovador concepto: el entrenamiento con pesos integrados en tu vestuario, con el apoyo de IncubaUC y CORFO.
Diseñador Industrial y creador de Gravitex, Martinoli siempre se interesó por el rendimiento deportivo y, mientras trabajaba en el Centro de Innovación de la Universidad Católica, detectó una interesante oportunidad de innovar en esta materia
Hace tres años, en un viaje por Estados Unidos, compró una camiseta que venía con peso adicional para mejorar el rendimiento deportivo. Al cabo de unos días, el producto lo decepcionó: resultaba incómodo, difícil de usar y su precio era elevado como para venderse en Chile.
Ensayo y Error
Con esta mala experiencia, Martinoli estaba convencido que podría mejorar el concepto y resultado final de un nuevo producto. Decidió probar diferentes materiales y prototipos, hasta que al poco tiempo renunció a su trabajo para dedicarse por completo a Gravitex.
Su ingenio, apoyado por IncubaUC y la Corporación de Fomento a la Producción (CORFO), fueron claves para que pudiera desarrollar esta idea, que partió creando muñequeras con peso.
Luego, lo lógico era seguir con las prendas de vestir: “La idea es tener más mejoras en este sentido. Cada vez hacerlas más cómodas, más delgadas (…) y seguir avanzando en la tecnología (…) mezclar los dos mundos: la ropa deportiva que está de moda y la estética”. Buscó un diseño que no sólo fuera ligero, sino también fashion, un elemento clave en su producción; un producto, en sus palabras, high-tech.
Comenzó a estudiar las formas de distribución del peso apoyado por la ciencia, a probar distintas telas, incursionar en el trabajo de polímeros y, luego de su cuarto prototipo y varias frustraciones, llegó al diseño final de su producto: una calza con 1,5K de peso distribuido en los muslos y pantorrillas, especial para deportistas y pensada tanto como para quienes ya hacen deporte, y para los que recién estén partiendo.
Hasta ese momento, Martinoli tenía en mente un gran mercado y logró desarrollar una calza que cumplía con su premisa básica: incrementar el rendimiento físico a través de una prenda cómoda y fácil de utilizar con peso integrado, pero aún había un problema.
Había trabajado con materiales e insumos de alto costo, y luego de mucho estudio e investigación, se dio cuenta de que no podría producir estas calzas a gran escala si los factores anteriores no cambiaban.
¿Listos? En sus marcas…¡ya!
Las calzas Gravitex son una nueva high-tech que irrumpe el mercado de las marcas deportivas conocidas con un innovador cambio: el peso integrado. Su diseño, a cargo de Karina Martín (diseñadora especializada en vestuario deportivo), está pensado e ideado para lograr la comodidad, funcionalidad, estética y flexibilidad que las caracteriza con sólo 2 milímetros de espesor; incluye un “laminado textil”, una capa de polímeros, una capa metálica, y luego otra capa textil, un diseño que Martinoli descubrió recién hace un año, luego de los 4 intentos fallidos de prototipos de calzas con peso.
La característica de las calzas es su diseño, el que juega un papel crucial para que el deportista esté cómodo realizando sus rutinas: “Que quede a la cintura es una muy buena acogida, no se caen, tienen una banda elástica en la parte superior que queda muy cómoda, tiene un bolsillo chico adicional en uno de los lados que ha funcionado súper bien para guardar una llave o tarjeta, costuras bien reforzadas en las áreas específicas donde está el peso, las tallas que tenemos son súper ajustadas para que funcione bien el producto”, según Martinoli.
Estética e Innovación
El mercado chileno de marcas deportivas no cuenta con la tecnología de Gravitex y empresas más reconocidas venden calzas deportivas a un alto precio, sin ningún aditivo especial.
En el caso de Gravitex, el complemento es único: estética e innovación.
Más que la calidad misma, a Martinoli le importaba que la calza tuviera una buena adhesión al cuerpo. Para eso, la distribución del peso fue un tema a estudiar. Luego de hartos intentos, y de apoyarse en la ciencia como la Traumatología y la Kinesiología, logró posicionar el peso de tal forma, que quienes han probado las calzas logran incrementar su rendimiento deportivo
La promesa de Gravitex, según Martinoli, es: “Poder generar un mayor gasto calórico cuando las usas; poder tonificar músculos específicos según los ejercicios que se hagan: piernas, glúteos, abdominales (sirve tener el peso integrado para reemplazar los pesos que se usan en el gimnasio); mejorar la agilidad: si alguien entrena con las calzas puestas y luego entrena sin las calzas, se sentirá más ligero”, y agrega, “Estos son los beneficios que finalmente prometemos y que tratamos de desarrollar validar lo más científicamente posible”.
Sebastián, quien se considera a sí mismo como un emprendedor, y ya tiene en mente diseñar nuevos prototipos de vestimenta con peso integrado, se encuentra ahora en la primera etapa de su Crowdfounding con IncubaUC y CORFO. Ya en la segunda parte de su trabajo,
podremos ver algunas novedades de Gravitex como camisetas de compresión en manga larga con peso distribuido en espalda, abdomen, bíceps y antebrazo; en manga corta, con la misma distribución de peso y poleras sin mangas, todas con la misma tecnología.
Finalmente, planea patentar la marca y comenzar a distribuir las calzas Gravitex a mayor escala en un futuro próximo, con una tienda física en donde los clientes puedan tocar y apreciar los productos, y avanzar de lo que es hoy un e-commerce, a un branding bien posicionado.