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Ignacio Idalsoaga: El anfitrión de la Tribu

Muchos fueron los pasos en falso que debió dar este emprendedor para llevar a consolidar lo que hoy en día es el Buin Zoo. Desde la crianza de cerdos junto a su padre, hasta una cafetería familiar de temática alemana, negocios que si bien no perduraron, marcaron los inicios de este médico veterinario, que encontró en el rescate animal una forma de educar, entretener y crear un mundo mágico para grandes y pequeños.

Por Gabriel Rodríguez Rioseco

Ignacio Idalsoaga, médico veterinario y dueño de Buin Zoo. Entrando al Buin Zoo uno se trans­porta y se olvida inmediatamente de que está en Santiago, a pesar de haberse alejado tan solo minutos del centro de la ciudad. La persona capaz de crear esta ilusión es Ignacio Idalsoaga, dueño y creador del zoológico más popu­lar del país.

Este médico veterinario -que parece ves­tido de safari y con su sombrero carac­terístico que no se quita en ningún mo­mento- no comenzó con un proyecto ya desarrollado. Lo que hoy es el parque ani­mal más grande y moderno de Chile, inició en 1985 como un centro de rescate ani­mal. Pero más que eso, es el sueño de este profesional y de su familia, la razón que lo mueve a diario y el proyecto que le ha en­tregado grandes satisfacciones, como el haber sido reconocido como el “Parque con mayor proyección de Latinoamérica”. Fue gracias a ese premio, otorgado en 1998 en Puebla, México, que comenzó lo que denomina como “algo providencial”.

En ese entonces era otro su nombre: Parque de Asís. “Comenzamos con un pequeño recinto al que la gente traía ani­males rescatados para que los curára­mos, pero los dejaban acá. Ttuvimos que ir haciendo espacio para alimentarlos y darles cuidado, ya que muchos no sobre­vivirían a la vida salvaje”, explica Idalsoaga. Un año más tarde de la premiación, nace lo que hoy conocemos como Buin Zoo.

“Hemos ido creciendo gracias a la gran la­bor que aquí se hace. La gente viene a cono­cer y saber más de los animales de manera entretenida, pero lo más importante es la educación que recibe, la orientación acer­ca de las especies y el fomento al manteni­miento de la naturaleza”, dice el veterinario.

Buin Zoo, tiene un elemento diferencia­dor muy claro, y para su dueño la meta de transformarse en un pequeño Disney de los animales es la principal característica que lo diferencia de otros parques. Ade­más, es “La Tribu”, como Ignacio denomi­na a todos los que trabajan, quienes le en­tregan un carácter más familiar y cercano a los “invitados”, otro concepto que utilizan en el Buin Zoo, refiriéndose a todo aquel que visita el centro.

Emprendedor - Buinzoo_012

PREMIOS Y CERTIFICACIONES

Este reconocido zoológico ha obteni­do importantes premios, como lo fue el Avonni en 2010, en reconocimiento a la innovación. Pero fue la llegada y la alianza con Endeavor la que le dio un nuevo aire al parque. “Nos empezó a entregar todo el profesionalismo, una estructura que no teníamos. Con esto, logramos la creación de un Consejo, con asesores de altísimo nivel, lo que ha sido un apoyo incondicio­nal extraordinario”, comenta Idalsoaga.

Pese a todos los galardones y premios que Ignacio ha recibido, para él su familia es el pilar fundamental del logro de este gran proyecto. Junto a su señora, sus 10 hijos y 3 nietos, ha construido este gran zoológico, fomentando la educación, pero fundamentalmente creando un mundo de magia y entretención, donde todos los visitantes vuelven, “porque siempre tene­mos novedades y sorpresas, encontran­do aquí una experiencia inolvidable”, con­cluye el veterinario.

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