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Visitamos el Centro de Investigación e Innovación de Concha y Toro en la VII Región. Aquí conocimos todos los avances y trabajos en innovación que la viña está realizando para mejorar la calidad de plantas y uvas a través del uso de tecnologías y la transformación digital.
¿Alguna vez nos hemos imaginado que el uso de plataformas digitales y el Big Data pueden predecir los niveles de producción de vino? Si nuestra respuesta es negativa Revista Valora te presenta el Centro Investigación e Innovación (CII) de la Viña Concha y Toro.
Para realizar este artículo viajamos hasta Pencahue, localidad cercana a la ciudad de Talca en la VII Región, para conocer este centro que desarrolla, investiga y experimenta todo lo referente al mundo vitivinícola y la enología.
El CII fue inaugurado en el año 2014 con el fin de hacer investigación aplicada y desarrollar nuevas tecnologías en las áreas de la viticultura y enología.
Según su director, Gerard Casaubon, “buscamos contribuir al desarrollo y competitividad de la industria del vino en Chile y el mundo, nutriendo de conocimientos y nuevos desarrollos que permitan enfrentar los futuros desafíos del sector”.
En nuestro recorrido por las instalaciones conocimos los laboratorios Agrícola y Enológico y el de Biología Molecular, los cuales han logrado generar conocimiento sobre el material genético de las uvas con tecnología de última generación.
El foco de estos laboratorios es determinar las enfermedades que pueden estar presentes en los viñedos.
Una de las formas de hacer esto, es extrayendo el ADN de la planta en búsqueda de patógenos.
A través del análisis de muestras en equipos de alta tecnología, se puede saber si se está en presencia de un patógeno.
Con la información obtenida en los laboratorios se pueden implementar tratamientos para eliminar o reducir enfermedades dentro del viñedo, además de realizar investigaciones para reforzar las plantas, para que sean más resistentes frente a las diferentes enfermedades.
Este es uno de los objetivos del centro, generar plantas 2.0: más sanas y más fuertes, que puedan producir uva de gran calidad y por más tiempo.
Innovación: Uso del Big Data en la producción vitivinícola
¿Cómo el desarrollo tecnológico y el uso y proceso de datos puede impactar en algo tan simple como lo es la producción de vino? Nuestra respuesta la encontramos en la Bodega Experimental del CII.
Aquí se investiga a través de un bin o gran tinaja de fermentación automatizada, con sensores y controladores que permiten obtener datos específicos del proceso del vino.
La información es recolectada en un servidor, al que se puede acceder para procesar los datos, generar análisis matemáticos y modelos predictivos.
Toda esta información, que entra en la categoría de Big Data, es complementada con datos provenientes de los laboratorios analíticos del CII, bodegas industriales, datos operacionales y de análisis sensorial del vino.
Toda la información procesada es capaz de predecir los volúmenes de vino que se podrán producir.
La idea central de este sector de la industria vitivinícola, desde el I+D, es aportar con nuevos avances para aprovechar los recursos disponibles y mejorar la calidad de los vinos.
En el fondo es anticiparse a todos los cambios que está experimentando el mundo agrícola por efecto del calentamiento global.
Por tal el CII quiere anticiparse en 30 años y fortalecer el material vegetal para que se adapte a este cambio climático y pueda también soportar eventos o desastres naturales como incendios, inundaciones o grandes heladas.
“El uso y procesamiento de Big Data, la aplicación de herramientas de Inteligencia Artificial y la implementación de infraestructura de redes, han hecho del CII un verdadero ejemplo de “Smart Wine Industry”. Estas herramientas no sólo ayudan a decidir cuándo cosechar, cuánto regar y cómo vinificar, sino que también permite avanzar hacia una uva y vino de mayor calidad, usando los recursos de manera más eficiente y sustentable” finaliza Gerard Casaubon.
