Hoy la idea de conectar toda nuestra vida a los dispositivos ya es una realidad. ¿Cómo este hecho puede mejorar la productividad o incrementar la seguridad industrial, mejorando la eficiencia? Te lo explicamos en la siguiente nota.
Por Javier Aramburu García
Imagina que ingresas a tu departamento y con solo girar la llave de la puerta, las luces se encienden y la misma canción que sonaba en la radio del auto, continúa ejecutándose al interior del hogar. Acto seguido, la lavadora envía un mensaje para saber si inicia un ciclo de lavado y el refrigerador anuncia que hay verduras que están por vencer. Parece una realidad lejana, pero hoy, con solo un click esto es posible.
A menor costo, mayor innovación
Para el ingeniero civil informático y Master of Professional Engineering de la University of Sydney, José Antonio Zorrilla, el Internet de las Cosas o IoT (por sus siglas en inglés), es un concepto que agrupa un conjunto de tecnologías orientadas a interconectar objetos, con el fin de medir variables del medio que los rodea, procesar estas variables y luego ejecutar acciones que permitan controlarlas.
Desde Australia, el experto mantiene 2 empresas en Chile: X-Red.com e internetdelascosas.cl, y se ha especializado en esta nueva tendencia de investigación e integración tecnológica.
“El IoT no es algo nuevo. Ya han pasado más de 15 años desde que se acuñó este concepto, pero en ese entonces, la tecnología para crear este tipo de dispositivos era muy cara”, explica Zorrilla.
Como toda ciencia, el desarrollo tecnológico permitió generar nuevos avances que disminuyeron significativamente los costos para la investigación y desarrollo de esta nueva tecnología.
“Hoy se han creado sensores, actuadores y procesadores más pequeños y baratos que permiten la proliferación de dispositivos “Smart” o inteligentes, capaces de obtener datos del medio que los rodea e interactuar con él”, asegura José Antonio.
Por su parte, Gabriel Gálvez, jefe de emprendimiento del Centro de Innovación, Emprendimiento y Tecnología de la Universidad Adolfo Ibáñez, explica que además, gracias a una tecnología más accesible, “hoy podemos conectar dispositivos, sensores y aparatos electrónicos que nos permiten -a tiempo real- obtener datos relevantes de comportamientos humanos y productivos, ayudándonos a ofrecer nuevas soluciones”.
Las máquinas toman decisiones
Solo 15 años bastaron para que un dispositivo sencillo, que servía exclusivamente para efectuar llamadas telefónicas, pasara a ser el poderoso aparato que es hoy, y que por sus cualidades llamamos smartphone. Entonces, ¿cómo podría llegar a cambiar nuestras vidas si este mismo nivel de tecnología e integración de funciones se aplica a casi todo los que nos rodea, incluso a nuestras empresas?
En los próximos años veremos cómo todo lo que usamos habitualmente se hará cada vez más inteligente.
“La principal ventaja será el ahorro de tiempo, trabajo y energía. Estos nuevos dispositivos serán capaces de aprender nuestras rutinas diarias y predecir nuestro comportamiento”, afirma José Antonio Zorrilla.
En otras palabras, las máquinas podrán ser tan eficientes que tomarán decisiones por nosotros. Impresionante para algunos y aterrador para otros. Lo cierto es que se ha abierto un nuevo debate sobre cuál es el límite de estas “máquinas” con respecto al acceso a información más personal y el control de nuestras actividades.
“Claramente, la privacidad ha sido una de las principales molestias y dificultades que el IoT ha generado. Los usuarios deben poner atención a las políticas de cada una de estas tecnologías, mientras que los gobiernos deberán establecer normas estrictas para evitar su uso comercial”, afirma Gabriel Gálvez.
IoT en las empresas
En nuestro país, esta tecnología se viene implementando hace años, especialmente en grandes sectores de la industria como la minería, aunque sus aplicaciones son inimaginables.
“Todas las plantas mineras tienen cientos de sensores conectados a un sistema de control central que procesa todas las variables, toma decisiones o ayuda a los operadores a tomarlas. La tecnología IoT se ha aplicado a todos los diseños de plantas industriales que CODELCO ha realizado durante años”, detalla Zorrilla.
Esta tecnología puede contribuir a incrementar la producción en todos los sectores. “Solo imagina que un campo se riegue automáticamente de acuerdo a la humedad de la tierra, fumigue con drones controlados por el sistema central o se implemente un invernadero que controle el flujo del aire al interior para mantener la temperatura”, agrega el profesional.
En las demás empresas e industrias, el comportamiento será similar. “Con el uso de redes sociales, el acceso a datos de clientes y lo que comparten en la red los distintos stakeholders, es que las empresas podrán entregar servicios “a la medida del cliente”, en un momento y lugar específico”, explican desde la Universidad Adolfo Ibáñez.
El IoT no es algo nuevo, pero cada vez se vuelve más accesible. Hoy, cualquiera puede comprar sensores y dispositivos por
Internet y programar sus propias funciones, como encender las luces en determinadas horas. Y esto solo recién comienza.
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