Los estudios acuáticos, terrestres, la pesca y el turismo han logrado transformar a la zona de Aysén en un lugar más cercano, llamando la atención del turista que busca algo más que solo conocer y descansar.
La Patagonia chilena esconde muchos secretos, la mayoría de ellos apelan al romanticismo de la naturaleza, de una fauna exquisita que se expresa en la literatura y en diversos sitios web, pero es en el centro de la ciudad de Coyhaique, en la Región de Aysén, donde se proyecta el futuro del turismo y del desarrollo, gracias a quienes trabajan en el Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia (Ciep).
Este centro tiene como objetivo principal generar conocimiento científico desde la región para el desarrollo sostenible de los ecosistemas de la Patagonia, con especial interés en el impacto ambiental, que busca promover las actividades sustentables, mediante las redes de científicos en las distintas áreas que se han integrado a nivel local e internacional.
El Ciep, cuenta con 4 líneas investigativas separadas por áreas. La primera, encargada del estudio de los ecosistemas acuáticos, proporciona conocimientos básicos y aplicados de los procesos que controlan la productividad marina, para lograr predecir cambios en la respuesta de los sistemas.
El Director Ejecutivo del Ciep, Giovanni Daneri, explica que la tecnología incorporada para estos procesos son los “gliders” submarinos, utilizados para la transmisión en tiempo real, vía satélite, de la temperatura, salinidad e incluso de la cantidad de agua dulce que se introduce en los campos de cultivo de salmón. Cabe destacar, que la Patagonia chilena es un estuario enorme, donde el agua dulce flota por encima de la con mayor grado de salinidad, por lo tanto se debe tener información de las 2 capas, pudiendo afectar toda la producción. T
ambién, se han utilizado boyas oceanográficas, las que llevan integradas en su estructura varios sensores que emiten la información acerca de la ubicación, el oleaje, las corrientes, nivel y calidad del agua, presión atmosférica, entre muchos otros datos necesarios para el cultivo del salmón austral.
Además, el Centro forma parte del Programa Copas Sur – Austral de la Universidad de Concepción, que consiste en contribuir al desarrollo económico, productivo y tecnológico de las regiones de Los Lagos y Aysén, a través de la investigación oceanográfica, y formación científica, generando productos y servicios que tengan impacto en el sector.
Giovanni Daneri, comenta que “el principal logro, es que se ha hecho un gran aporte en la calidad del agua. Por la presión que ejerce la industria salmonera sobre los ecosistemas y gracias a los estudios e investigaciones, se ha podido entregar la información necesaria para no afectar de manera desproporcionada el medioambiente”.
Principalmente, para Daneri, su mayor orgullo es el poder estar presente en cada momento y lugar donde el ecosistema podría verse afectado, pero con los datos que ellos entregan, mediante sus 4 líneas de investigación han podido proteger y cuidar, para luego seguir produciendo.
El segundo lineamiento de interés es en el ecosistema terrestre, donde han focalizado sus fuerzas en el retroceso que han mostrado los glaciares, algo que no solo preocupa a la región o al país, sino que al mundo entero, ya que son éstos los grandes reservorios de agua dulce del planeta, que han estado siendo afectados gravemente por el cambio climático.
Para el doctor en Oceanografía de la Universidad de Southampton, Inglaterra; la pérdida de territorio de hielo comenzó mucho antes de la llegada del hombre a la Tierra, sin embargo “el fenómeno climático ha estado influyendo en la intensificación de la pérdida de masa glaciar. En este sentido, hemos podido identificar que el bosque nativo ha ido creciendo hacia los lugares donde ya no hay hielo. En definitiva, todo el ecosistema varía”, explica Daneri.
Para la región, los estudios que realiza el Ciep son de real importancia, pues es el turismo quien también se beneficia directamente de los resultados y conclusiones que este centro realiza. “Le entregamos un relato mucho más potente al viajero que viene a la zona. Debemos tener presente que el extranjero que se acerca a nuestro territorio no es el mismo que viaja a las playas de Cancún o al Caribe. Ellos buscan otras experiencias, y en ese sentido, agregamos valor, por el conocimiento científico que le estamos brindando con los senderos interpretativos”, agrega Daneri.
El Ciep, además de sus labores de investigación científica, ha implementado la capacitación y enseñanza de guías turísticos para que puedan proporcionar datos interesantes a las personas que visitan la Patagonia chilena.
La tercera línea investigativa de este centro es generar conocimientos pesqueros y sociales que promuevan la diversificación productiva y el desarrollo sustentable del sector de pesca artesanal, apoyando así la gestión sostenible de la actividad acuícola regional.
Descubriendo la gastronomía
El Ciep, en su afán de ampliar sus conocimientos, ha estado incorporando la investigación de la Patagonia al servicio de la gastronomía. Es así como ha creado “Patagonia por descubrir”, donde se difunden los conocimientos y resultados científicos sobre la comida y preparaciones de la zona.
La última línea del centro, el apoyo al turismo, es justamente donde se ve la sustentabilidad del desarrollo a través de exploraciones científicas, estudios sociales y económicos e impulso de iniciativas piloto son las que dan los primeros pasos a los proyectos y que marcan el camino a una nueva forma de redescubrir, mostrar y capturar la esencia. Todo esto, mediante la gastronomía, la educación y la investigación de la Región de Aysén; entregando las llaves de una Patagonia más propia, integrando su cultura, su gente y sus productos a todo Chile y al mundo entero.