La Generación Millennial abarca a todos los jóvenes nacidos entre los años 1980 y 1995. La irrupción de las nuevas tecnologías, los efectos de la crisis mundial y la globalización, cambiaron su forma de concebir la economía y las finanzas.
El impacto digital
Según el estudio de móviles en Latinoamérica, elaborado por el IMS, Chile es el país más conectado de la región con un 71’7% de personas con acceso a internet. De ellos, los jóvenes con edades entre 18 y 34 años están más de 38 horas semanales en la red.
De hecho, actualmente las tecnologías de la información representan ya el 3,5% del PIB nacional.
Claudio Muñoz, Presidente de Telefónica en Chile, afirma que “Los millennial creen que la tecnología genera más oportunidades, disminuye la brecha entre clases y puede provocar cambios importantes para el futuro del país”. A esto, añade que las empresas actuales no deben centrarse únicamente en incluir a los millennials entre sus filas, sino en esforzarse en crear modelos de innovación más abiertos.
Otro punto relevante es el incipiente crecimiento del comercio electrónico. El estudio “Millennials chilenos y mall”, realizado por Kawésqar Lab, revela que cuatro de cada diez jóvenes chilenos prefieren este medio de compra.
Falabella, Dafiti y Aliexpress se sitúan como las marcas predilectas de estos jóvenes cibernéticos, y se pronostica que a fines de este año la venta online habrá crecido un 35%, frente al 9% de los malls.
A esto debemos sumar el anuncio de la instalación de una oficina de Amazon en Chile. El gigante del comercio electrónico desarrollará en el país su formato Prime Now, un servicio de entrega en pocas horas que abarcará desde televisiones y electrodomésticos hasta productos perdurables y de uso diario.
Crisis trabajos tradicionales
El año 2008 la economía mundial dio un vuelco y la grave crisis económica que se vivió en la mayor parte de occidente condicionó a toda la mentalidad existente.
La formación universitaria dejó de proporcionar un trabajo asegurado, el futuro laboral se tornó inestable y se expandió la desconfianza sobre el trabajo tradicional y los poderes económicos.
Iñaki Ortega, en su libro “’Millennials, inventa tu empleo’”, expone cómo estas nuevas generaciones ya no están dispuestas a malgastar su futuro trabajando para otros y en proyectos que no les ilusionan. Los millennials han encontrado en el emprendimiento su válvula de escape.
Y es que cada vez se prefieren opciones laborales que permitan tener más vacaciones, flexibilidad horaria o capacidad de reinventarse. Eso ha provocado el auge de los empleos temporales, trabajos freelance, los negocios propios y la creación de una economía orientada a los servicios, el sector más demandado por los millennial.
También ha empezado a crecer lo que se denomina “economía colaborativa”. Los jóvenes prefieren el consumo a través de la cooperación: utilizan uber como medio de transporte, reservan habitaciones en casas a través de AirBnB y alquilan piezas en vez de comprar directamente un departamento.
“La mayor parte de las empresas fueron diseñadas durante el régimen económico previo. Para los nuevos tiempos se necesita adoptar la mentalidad y valores de los millennials, y sólo así se conseguirá la transformación real de las compañías existentes”, explica el autor.
El grave problema del ahorro
Mucho se ha hablado sobre la incapacidad de los millennials para ahorrar de cara al futuro. Diversos son los motivos que se achacan a este hecho: bajos salarios, cambios de trabajo, variación del país de residencia y un mayor interés por vivir el momento.
Un estudio de la consultora Exceda en Chile muestra cómo únicamente un 46% de los jóvenes de esta generación planifica utilizar en el futuro los servicios de su actual institución financiera. Los expertos advierten que la baja capacidad de ahorro se convertirá en muy bajas jubilaciones, lo que se tornará en un serio problema de cara al futuro.
Los jóvenes de hoy priman poder independizarse de sus padres, viviendo fuera del hogar y costeándose todos sus gastos. Eso ha llevado a un segundo plano el ahorro de cara al futuro y la necesidad de adquirir una vivienda. De hecho, en 2011 se creó el subsidio a la cotización de trabajadores jóvenes con el objetivo de incentivar el ahorro previsional de los chilenos con edades comprendidas entre 18 y los 35 años, pero la realidad es que sólo un 10% de los que podrían recibirlo ha postulado y lo está empleando.
Pero, a pesar de su menor preocupación por el ahorro a largo plazo, los millennials tienen mayor conocimiento que sus predecesores sobre sus decisiones financieras. Investigan sobre alternativas de inversión, analizan y comparan antes de adquirir un producto y han aprendido eficazmente a manejar sus finanzas. Del mismo modo, utilizan financiaciones alternativas como crowdsourcing, fondos de capital de riesgo, rehipotecar la vivienda o emplear préstamos de familiares o amigos.