El cheque tiene cada vez menos uso en transacciones. Además, el considerable aumento de las transferencias bancarias, pagos online y a través de tarjetas, han hecho del cheque un instrumento económico menos utilizado en el comercio.
Al momento de apertura de una cuenta corriente en el banco a cada cliente le entregan una chequera, algo normal en este tipo de operaciones, pero que cada vez quedan en el cajón o los mismos ejecutivos recomiendan romperlos o guardarlos en un sitio muy seguro para evitar estafas u otro tipo de delitos con ese medio de pago.
Pero ¿qué ha sucedido que ya casi no se usan? En 15 años su uso se ha reducido en un 52%, y la última medición de la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF) realizada en septiembre de 2017, indica que solo se emitieron 9.512.331 documentos. Cifra muy lejana de los 293 millones del total de cheques girados en el 2001.
Según la Product Manager de la empresa Telecheque Group, Loreto Núñez, la baja en el uso del cheque tiene su razón en que “La tecnología ha calado fuertemente en la habitualidad de las personas, mientras más facilidades de pago y comodidad para hacerlo es mejor para ellas. Es más cómodo andar con la tarjeta en la billetera que con una chequera, incluso ahora se puede pagar con el celular”.
Otro de los motivos, a juicio de la experta Noemí Núñez, directora de Lecaros Group, es la lentitud en el trámite de bloqueo si es que se pierde un cheque, pues “Se tiene que dar orden de no pago a los documentos extraviados o robados y es un trámite complejo que puede llevar mucho tiempo”.
Según explica Núñez, a diferencia del cheque, cuando se extravía o es robada una tarjeta de crédito o débito, basta con un llamado al banco o utilizar una aplicación en el celular para bloquearla y solucionar el problema.“La tarjeta cada vez es más aceptada en diferentes lugares, e incluso en supermercados y grandes tiendas ya no se aceptan cheques, para no correr con el riesgo de que sea robado y al momento de cobro, puede presentarse el problema de que no tenga fondo”, explican desde Lecaros Group.
En las compras habituales de todos los chilenos, ya sea en supermercados o grandes tiendas, el mecanismo líder para realizar el pago es la tarjeta de débito que concentra más del 65% de las operaciones, seguido del pago con transferencia electrónica, tarjeta de crédito y en último lugar el cheque, que solo representa el 3% como instrumento de pago. Aún existen personas que se mantienen fiel al uso de este papel, que por lo general corresponden a un público asociado a la tercera edad, aquellos que desconfían de la seguridad de las nuevas tecnologías.
Pero no es solo por un tema de costumbre o desconfianza que aún se utiliza el cheque, sino también debemos considerar que “Hay otro segmento de personas que necesitan pagar con crédito una suma superior a lo que les da el cupo de sus tarjetas de crédito o de débito y es en esos casos ocupan cheque. El otro grupo que todavía utiliza este medio de pago son las personas jurídicas, empresas pequeñas o de mediano tamaño que tampoco cuentan con grandes cupos en sus líneas de crédito y/o simplemente lo siguen utilizando por un tema de costumbre y orden en su contabilidad”, nos aclara la Product Manager de Telecheque.
Esta misma idea es profundizada por Noemí Núñez, quien señala que a veces para las Pymes es fácil “Pagar a proveedores a través de cheques, pues les permite ver lo que sale realmente y autorizar cobros además del proceso de firma manual. Hay personas que desde el punto de vista de la tradición, les es más fácil firmar este documento, dejar registro y sacar la doble firma para autorizar pagos. Tiene que ver con un proceso tradicional de control de sus dineros”, señala.
Cada vez se está dejando atrás este sistema y la nómina de pago se realiza a través de los bancos con transferencia electrónica. Con los nuevos sistemas de administración y contabilidad que han salido en el mercado cada vez más baratos y masivos, esta práctica ya no va a ser necesaria, y por ende van a poder sacar autorización a través de nóminas que serán cargadas automáticamente del banco.
Con esto en consideración, “La única razón que quedaría del cheque es poder hacer un mecanismo para demorar un poco el pago como estrategia”, concluye Núñez.
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