Si hay una palabra que define a Macarena Venegas es versatilidad. La abogada de la Pontificia Universidad Católica se hizo conocida tras participar en el programa “Veredicto”, emitido entre 2007 y 2011 por Mega, donde desempeñó un rol de árbitro en el litigio de problemas ciudadanos.
Además de esa profesión, estudió teatro en la academia de Fernando González, tras lo que ha participado en distintas obras, tanto en salas de la Región Metropolitana como en otras ciudades del país, y fue miembro del programa “Bailando”, de Canal 13 en 2015, en el que dio muestra de sus años de estudio de jazz, afro y danza moderna y clásica.
Actualmente mantiene un contrato con esa emisora, y participa en el programa “En su propia trampa” y es parte del staff de panelistas del matinal “Bienvenidos”.
Pero eso no es todo, pues apoyada en su carrera legal, realiza charlas con la finalidad de difundir los derechos de las personas; acaba de terminar un magíster en derecho de familia, y este año estuvo a punto de ser candidata a alcaldesa por Ñuñoa, comuna que la vio crecer.
¿Por qué decidiste estudiar Derecho?
Siempre fui humanista, pero quería estudiar carreras como psicología, teatro o periodismo. Sin embargo, a raíz del buen resultado que obtuve en la Prueba de Aptitud Académica (PAA), mi papá me orientó hacia el Derecho. A pesar de que en cierta medida él eligió mi futuro, me gustó estudiarlo y de a poco me fui enamorando de la carrera. He ido entendiendo la importancia de tener una especialidad y con el tiempo vi que es una herramienta súper útil para ayudar y para mi vida en general.
Pero también te gustan las comunicaciones…
Sí. Cuando me titulé de abogada tenía 24 años y consideré que era el momento de pagar la deuda emocional que tenía conmigo.
Por eso, estudié teatro y hace 3 años formo parte de una compañía en la que comparto tablas con la uruguaya Tana Palermo, además de Francisca Opazo y Catherine Masoyer. Juntas montamos la obra “Las Novias de Travolta”, de Andrés Tulipano, con la que hemos recorrido ciudades como Concepción, Talca y Rancagua, entre otras. En general, creo que la vida es un mundo de oportunidades que uno debe saber elegir. Por ello, a partir de mi vocación por las comunicaciones, también comencé a trabajar en televisión; arista que me gusta explotar y mientras tenga energía, espero seguir ejerciendo en todas las áreas que me apasionan.
¿Qué importancia le otorgas a la planificación patrimonial?
Siempre he pensado que es importante cotizar en AFP, teniendo o no un contrato formal, sobretodo en un momento como el actual, en el que atravesamos por una
crisis del sistema de pensiones. Personalmente cotizo como independiente y considero fundamental tener conciencia de que es un ahorro para mi vejez, mi futuro. Además, cuando he tenido mayor poder adquisitivo, he cotizado el máximo a través del Ahorro Previsional Voluntario (APV).
¿Te preparas de alguna otra forma para enfrentar la tercera edad?
Creo mucho en el ahorro personal a través de propiedades, por lo que compré un departamento que -con el tiempo- me significará un dividendo. Además, me gustaría adquirir un par de inmuebles más a modo de inversión. También destino un porcentaje de mis ingresos a un fondo mutuo.
¿Cómo te defines como inversionista?
Muy conservadora, no corro riesgos innecesarios. Por ejemplo, todas las modalidades de inversión como investing capital o las empresas de Alberto Chang que prometen rentabilidades de 15% o 20% mensual huelen a estafa y no voy a caer en eso.
Es preferible mantener los ahorros en una institución seria, en la que se pueda confiar. Independiente de eso, también me doy mis gustos como viajar, ya que considero que estoy en una etapa de mi vida en la que puedo hacerlo.
¿Hay algún otro proyecto en el que te gustaría embarcarte en el futuro?
Hace 10 años hice 2 pasantías en Naciones Unidas en Viena (Austria), y desde entonces me quedó dando vueltas la idea de conocer más culturas, trabajar en otro idioma y vivir nuevas experiencias. Es una ventana que quisiera abrir. Sueño con trabajar en ONU Mujeres, pues me parece que es un área donde hay mucho por hacer.
Quisiera vincularme a temas relacionados con mi género, como el empoderamiento femenino, la igualdad de remuneraciones y la violencia. Todos son aristas que me apasionan y en las que quisiera aportar también en Chile.
¿En este sentido podría la política ser una forma de aportar?
Aun cuando mi eventual candidatura como alcaldesa a la comuna de Ñuñoa, en representación de la Democracia Cristiana (DC), no se concretó, es algo que -de presentarse la oportunidad- efectivamente me gustaría hacer. En esta ocasión decidí dar un paso al costado, debido a la confusión que hubo en el proceso de inscripción de las primarias en el conglomerado.
Considero que si voy a ingresar en la política, debo hacerlo de manera transparente y democrática. Es una vía a través de la que se puede generar un buen aporte y -en este sentido- me interesa porque tengo algunas ideas relacionadas especialmente con la mujer y la desigualdad en la que estamos inmersas, lo que se puede mitigar haciendo una buena gestión. Si hay algo de lo que estoy convencida es que mi género tiene mucho que aportar, de manera que hay que producir los cambios necesarios para que estemos en el lugar que nos merecemos. Tenemos las mismas capacidades que los hombres, por lo que debemos recibir un trato igualitario.
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