El Informe de Género de la Superintendencia de Bancos (SBIF), dado a conocer en septiembre, reveló que las brechas asociadas a género y uso de servicios financieros se han ido acortando.
Mejores pagadoras que los hombres. Así son las mujeres, según la 17ª versión del Informe de Género de la Superintendencia de Bancos (SBIF), que reveló que tienen mejor comportamiento de pago, lo que se revela al analizar los índices de morosidad, protestos y reprogramación de deuda de mujeres y hombres.
En la práctica, mientras el índice de morosidad entre 0 y 90 días de los hombres estaba en 0,56% en 2017, el de las mujeres llegaba a 0,49%, lo que indica una brecha favorable a ellas de 13%. Al analizar el índice relacionado con la morosidad crediticia de 90 días o más, las mujeres registraron –en una escala de 0 a 5%- 2,80%, equivalente a 43% menos que el género masculino que puntuó 3,99%.
El buen comportamiento femenino también se refleja en materia de cheques protestados – por cada 1.000 casos, las mujeres llegan a 13,8, y los hombres, a 15,5- y en la reprogramación de obligaciones crediticias para el periodo 2014-2017, cuando -en promedio- 0,12% pertenecía al género femenino y 0,14%, al masculino.
Macarena Navarrete, socia principal de la consultora de EY, explica que los resultados del estudio de la SBIF no son sorpresivos, pues otras investigaciones apuntan en el mismo sentido. “Por regla general, las mujeres son más conservadoras y eso las lleva a invertir en negocios que producen retornos de inversión en más corto plazo, lo que facilita puedan cumplir con sus obligaciones”, asegura.
A renglón seguido, precisa que ello también se explica porque “las mujeres tienen un menor acceso a fuentes de financiamiento que los hombres, lo que las lleva a cuidar esas fuentes de financiamiento. Lo que ha encontrado la SBIF es consistente con lo observado en estudios anteriores a nivel global y latinoamericano”.
Acceso al crédito
Respecto del acceso y uso de servicios financieros, la brecha de deudores disminuyó de 44 puntos porcentuales en 2002 a 5 puntos porcentuales en 2017. Esto significa que si 2002 había 52 mujeres deudoras por cada 100 hombres, el año pasado esa cifra llegó a 95 mujeres por cada 100 hombres.
Con todo, las mujeres tienen una deuda promedio menor que la de los hombres. En efecto, el monto total de crédito vigente de las mujeres es 43 puntos porcentuales menor que el acumulado por los hombres. Estos resultados dan cuenta de avances en el cierre de brechas de género asociadas al uso de servicios financieros pertenecientes a la banca, precisamente, uno de los aspectos que diversos estudios internacionales de brechas de género identifican como una de las con mayor atraso en Chile.
Estas cifras apuntan a aportar datos concretos que permitan, por una parte, mejorar las políticas públicas de equidad de género y, por la otra, que las instituciones financieras puedan considerarlas en sus ofertas, incorporándolas en aspectos como las tasas de interés. Es que, en los hechos, el estudio de la SBIF refleja diferencias en las tasas de interés que los bancos cobran a hombres y mujeres, con un promedio de 2,76% mayor para estas últimas en el área comercial mientras que en el segmento de consumo es 1,83% superior para ellas, y en hipotecario es 0,08%.
En ello inciden, por ejemplo, factores como el menor ingreso que en general perciben las féminas y la mayor tasa de informalidad a la que se enfrentan en el mercado del trabajo, lo que afectaría la capacidad de pago de los deudores.
Más ahorrativas y con foco habitacional
Al hablar de demanda de servicios financieros, las mujeres destinan 62% de deuda a vivienda y 38% al ámbito comercial y de consumo. Los hombres, en tanto, disponen 58% y 42%, respectivamente, a cada ítem. En materia de ahorro, el género femenino reserva 6% para vivienda, y el masculino, 3%. El monto restante se destina a otros fines.
El informe también señala que en 2,9 millones de cuentas de ahorro para la vivienda sus titulares son mujeres, y en 1,8 millones sus titulares son del género masculino. Asimismo, el documento da cuenta de que en Chile existen más de 20 millones de cuentas de ahorro contratadas por personas naturales. De ellas, el número asociado a mujeres es mayor en 41 puntos porcentuales que el ligado a hombres. Respecto del saldo en cuentas de ahorro a plazo, las mujeres mantienen una proporción mayor (28%) que los hombres (19%).