Patrick Mork es un importante empresario con más de 25 años de experiencia en marketing y 18 años en el mundo de la tecnología, famoso especialmente por ser de los encargados para formar Google Play.
Desde hace ocho meses, vive en nuestro país y ese tiempo le ha servido para hacerse una imagen del ecosistema chileno, cuáles son sus puntos fuertes y los retos que se necesitan solventar para seguir creciendo.
¿Cómo crees que ha cambiado la economía chilena?
Yo viví durante los años 90 en Chile y he encontrado un montón de cosas positivas al volver. Para mi, el Gobierno ha hecho un buen trabajo de desarrollo y hoy encontramos un gran número de fondos de “capital semilla” para arrancar una empresa.
¿Tenemos las herramientas necesarias para apoyar a nuestros emprededores?
Actualmente, hay mucho dinero disponible para empezar a construir un servicio, gracias a instituciones como Corfo, Start up Chile, algunos fondos de capital riesgo, redes de ángeles o de mentoría, como UDD Ventures. En general, existe una buena infraestructura que existe en Chile para ayudar a los emprendedores a empezar un negocio.
De hecho, ya empezamos a ver algunos casos de éxito que, si bien todavía son pequeños comparados con Estados Unidos, ya empiezan a marcar el camino. El mejor ejemplo de eso es lo que sucedió con Cornershop, que demostró que se pueden lograr triunfos importantes en la construcción de empresas de tecnología en Chile.
¿Cuál es tu percepción respecto a la preparación de nuestros emprendedores?
En Chile he encontrado emprendedores centrados, capacitados y con curiosidad de hacer cosas de impacto. Existe una gran cantidad de compañías emergentes que tienen el potencial de convertirse en líderes en Latinoamérica y después, quizá, expandirse fuera.
¿Cuáles son los mayores problemas que ves?
Creo que uno de los principales problemas es el carácter conservador de los emprendedores, que les hace ser más prudentes y tomar menos riesgos.
Esto se ve especialmente cuando hablan de expandirse a países como Brasil y Argentina, algo imprescindible si quieren que su emprendimiento sea atractivo para los inversores extranjeros.
¿Qué otros problemas son parte de nuestro mundo emprendedor?
He visto una gran una escasez de conocimiento profundo de marketing en las empresas chilenas, especialmente de manejo de redes sociales, marketing digital y lead generation.
Es muy común encontrar equipos de marketing chicos, mal orientados y con bajo rendimiento.
También creo que hay mucha gente realizando varios proyectos al mismo tiempo, lo que les impide dedicarse a un solo emprendimiento a tiempo completo, haciendo que sean menos eficientes. La experiencia me ha enseñado que la gente más exitosa es la que se enfoca en un proyecto por vez.
Y respecto a nuestro mercado, ¿Qué potencial vez en el?
Uno de los problemas del mercado chileno es su limitación por tamaño y lejanía.
Si bien sobre esto no se puede hacer nada, creo que Chile podría convertirse en una excelente “sede” para compañías estadounidenses y mundiales de tecnología, sobre todo por su buena economía, infraestructura, personas capacitadas y democracia estable.
¿Cómo crees que se podrían mejorar?
Para mejorar esto que hemos comentado, se deberá ayudar a los emprendedores a entender las necesidades reales de los clientes y a fomentar relaciones con mentores que tengan experiencia en expansión internacional para así aconsejarles sobre mercados como el brasileño.
Para él, el principal problema viene del gestor chileno, quien tiene grandes debilidades en comunicación interpersonal, cómo escuchar más a los empleados, comunicar situaciones difíciles, etc. Esta situación debe tomarse en serio, ya que la falta de habilidades blandas pueden convertirse en un problema real en el momento de reclutar y gestionar gente frenando el crecimiento de la start up.
¿Qué oportunidades tenemos disponibles para mejorar nuestro ecosistema I+D?
Las áreas de oportunidad para hacer las cosas mejor son el sistema financiero y la falta de Venture capital, que obliga a los emprendedores chilenos a ir al exterior para conseguirlo.
Se necesita educar e incentivar a la gente para que tomen más riesgos y ayuden con capital a las empresas a diseñar nuevos productos o expandirse a otros países.
Por último, también veo muchas oportunidades en negocios que existen en Europa y Estados Unidos, pero que todavía no existen en nuestro país. Por ejemplo, start ups como Course Hero, que ayudan a los estudiantes a ser más eficientes en el estudio, o Blue Apron, enfocada en enseñar a los jóvenes a cocinar en casa.