¿Qué tan cerca estamos de una recesión económica? Tras el cierre de grandes empresas y bajo un contexto internacional incierto, los analistas descartan esta posibilidad, pero advierten que habrá decrecimiento económico y que se debe estar alerta a ciertos factores claves.
Probablemente, muchos chilenos han temido una recesión económica en medio de la guerra comercial impulsada por Donald Trump en Estados Unidos y tomando en cuenta la contingencia chilena.
Dos grandes empresas como son Iansa, en la región del Maule; y Maersk, en San Antonio, bajaron sus cortinas.
Miles de trabajadores quedaron sin trabajo al igual que Pastas Suazo, que tuvo que salir del mercado tras 80 años de trayectoria en la industria alimenticia.
Sin embargo, el país está lejos de enfrentar una recesión económica.
Así como algunos salen, otros jugadores entran a la cancha convencidos de que podrán jugar un mejor partido. Es el caso de la cervecería AB InBev Chile, que acaba de poner la primera piedra para su ampliación en el país, que implicará una inversión de US$100 millones.
No obstante, el analista senior de Alfredo Cruz y Cía, Arturo Curtze, espera un menor crecimiento para el próximo año debido a la caída que ha experimentado el precio del cobre.
“Hay una relación directa entre el precio del cobre y la inflación, pero esta última tiene un rezago de 12 meses. Algo parecido pasa con el PIB”, apunta.
El especialista en estrategia y portafolio explica que la caída del precio del cobre se empieza a manifestar a partir de enero de este año, que explica cerca del 80% del PIB chileno.
“La fuerte alza que tuvo el precio desde principios de 2016 hasta fines de 2017 obedeció, en parte, al aumento en la demanda, pero estuvo muy influenciado por la oferta. Hubo problemas en algunos países, pero estuvo también la huelga de Escondida responsable de cerca del 5% de la producción mundial de cobre. Eso generó que el mercado especulativo tomara posición”, Arturo Curtze, Analista Senior de Inversiones en Alfredo Cruz y Cía.
¿Recesión económica?
Chile está lejos de una recesión económica, pero los analistas creen que Estados Unidos podría enfrentarla el próximo año.
“Hay ciclos expansivos y recesivos. Aunque no se puede decir a ciencia cierta que Estados Unidos entre en recesión, si podríamos pensar que en 2019 podría desacelerarse el crecimiento. Pero para que se transforme en recesión tiene que haber números negativos. Por ahora, la FED espera un crecimiento de cerca de 3% para 2018. A partir del próximo año la desaceleración podría repercutir en todos los países”, señala el analista senior de Alfredo Cruz y Cía.
Probablemente, el precio se va a mantener un buen rato sobre US$2,5, según Curtze y habrá que ver si el crecimiento se ve o no afectado por la guerra comercial.
Pero en Latinoamérica no todos tienen la misma estabilidad.
“Argentina está mal. Las economías emergentes extremadamente dolarizadas como ese país están complicadas. Argentina probablemente va a entrar en recesión económica. Chile podrá ver desaceleración, pero no una recesión”, dice el especialista, quien espera el rápido avance de la reforma tributaria para que el país no se estanque.
De igual manera, el académico del Departamento de Administración de la Facultad de Administración y Economía de la Universidad de Santiago de Chile (Usach), Sergio López Bohle, afirma que el escenario económico se aleja bastante de una recesión económica.
“Las cifras de crecimiento fueron mejores que lo esperado y, probablemente, las que van a proyectarse, dado que hay una base estadística de comparación más baja van a ser menores, pero siempre es un crecimiento positivo. Lo que sí ha pasado es que ha aumentado la tasa de desempleo, los salarios permanecen bajos y se han visto algunos cierres de empresa”, reconoce el investigador de la Usach.
Equilibrio macroeconómico
En opinión de López Bohle, a nivel nacional las expectativas se proyectan positivas y, en general, hoy existe un clima de confianza que se espera se prolongue en los próximos 12 meses.
“Nuestro país está bien protegido y tiene una buena ley de bancos. Chile tiene equilibrios macroeconómicos sólidos”, afirma, destacando el papel que cumple el Banco Central y el manejo sólido por parte del ministerio de Hacienda.
En este sentido, el académico espera mejores expectativas de aquí a fin de año, incluso con un PIB superior a lo esperado.
Coincide con él el director de la Escuela de Postgrado de la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM), Roberto Contreras, quien -a la luz de los datos- cree que el mundo debería crecer cerca de un 3%, mientras que Chile lo haría más que el año anterior y hasta más que cualquiera de los últimos años.
“El crecimiento de Chile debería estar muy próximo al 4%. Ahora bien, el efecto Trump y la guerra comercial o presiones para modificar los acuerdos vigentes han incrementado la incertidumbre para los próximos años y, además, han generado un aumento en la volatilidad de los mercados”, explica Contreras.
En el caso de nuestro país, la guerra comercial ha tenido un impacto en el precio del cobre y también ha afectado las finanzas públicas y el tipo de cambio.
Pero, a medida que las dudas de esta batalla iniciada por Estados Unidos se despejen, sus efectos se suavizarán.
De esta forma, se mantendrían las tasas positivas de crecimiento mundial y nacional.
“Comparado con igual lapso de 2017 el PIB mejoró un 5,3%. La formación bruta de capital fijo, la cual da cuenta del ritmo de la inversión, se expandió 7,1%. Estos registros son los más auspiciosos desde 2012-2013. Creo que va a haber una recuperación importante en la inversión y junto con el efecto de las expectativas económicas el país debiera tener un escenario tranquilo y auspicioso de aquí a los próximos 12 meses”, concluye el profesor de la Usach, Sergio López Bohle.
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