Una comunicación efectiva es clave dentro de cualquier liderazgo y son habilidades muy bien valoradas por las gerencias de recursos humanos.
Involucrarnos con el entorno y relacionarnos con nuestros pares de forma clara es algo que, a nivel empresarial, va más allá de las estructuras comunicacionales tradicionales.
Aprender a comunicarse claramente requiere tiempo y cultivar destrezas. Para liderar a nivel empresarial, una tarea de por sí compleja, la comunicación es uno de los aspectos críticos.
En efecto, la comunicación siempre será una herramienta esencial para construir el liderazgo empresarial y es tan valioso como el conocimiento, la ética de trabajo y la inteligencia emocional.
¿Por qué la comunicación es una prioridad?
Las estructuras corporativas requieren de líderes capaces de motivar y guiar por el camino correcto a los distintos equipos y áreas.
Solo así es posible alcanzar las metas de una organización y ejecutar los requerimientos provenientes de la alta dirección. En ese sentido, la comunicación clara constituye la base de la efectividad, ¿por qué?
1. Se logra una base de apoyo y confianza
La buena comunicación es indispensable en lo que a gestión de recursos humanos respecta. Si nuestra tarea de liderazgo recién comienza, los primeros noventa días son importantes para establecer una comunicación coherente y clara con el equipo de trabajo.
En un entorno empresarial, hay dos pilares clave en lo que a comunicación se refiere: actuar con empatía y transparencia, elementos claves para lograr una base de apoyo y confianza con la fuerza de trabajo.
Todo comienza por conocer a nuestro equipo, saber qué les inquieta o les causa ansiedad para después producir un mensaje coherente, directo y honesto que evidencie un flujo comunicacional efectivo entre ambas partes.
2. Inspiramos e influimos positivamente
La comunicación, entendida como el intercambio de información entre dos o más interlocutores, no basta por si sola en el ambiente corporativo: un líder necesita agrega “condimentos” que influirán en el rendimiento de los trabajadores. Cuando un líder habla, necesariamente debe inspirar e influir de manera positiva en su equipo de trabajo.
Para esto, el líder crea una base de conexión emocional que lleva claramente a plantear un objetivo común. Por otra parte, el modo es de suma importancia, es decir, el “cómo lo decimos”.
Un líder presta atención a las formas de comunicación no verbales, como el lenguaje corporal y la expresión facial al momento de hablar. ¿El resultado? Una organización que verá con buenos ojos el accountability de su líder, un escenario en el que sólo el 19% de las empresas chilenas expresa conformidad.
3. Motivación constante
¿Cómo evitar que el equipo de trabajo caiga en una zona de confort y sin grandes aspiraciones? El alto ejecutivo como líder del equipo estará muy atento a los talentos de los trabajadores para encontrar formas de entregar motivación y que ellos trasciendan en la organización. De nuevo, la comunicación clara por parte del líder incidirá en la calidad del trabajo.
4. Se canaliza de una mejor manera la estrategia de la organización
El éxito de toda organización se logra cuando todos reman juntos en la misma dirección, y la única manera de lograrlo es con un diálogo abierto y bidireccional entre el alto ejecutivo -en su tarea de líder- y su equipo de trabajo.
En síntesis, no hay un buen liderazgo sin una buena comunicación.
Por ello, es importante que las empresas velen por una comunicación transparente entre los recursos humanos y los líderes, algo que tendrá un impacto considerable en la consecución de los objetivos de la organización.