El reciente estallido social en el país ha mostrado el descontento de una gran parte de la población. Y un descontento que siempre estuvo, pero que no todos veían es el sistema de pensiones. Si bien los reclamos abarcan multitud de áreas, una de las consignas que más se repite y que ya parece imposible obviar es: «No + AFP».
Y es que Chile se encuentra al final de la lista de países OCDE con pensiones más bajas, donde 1,2 millones de adultos mayores perciben montos inferiores a $162.000.
Entonces nos preguntamos… ¿Qué sucede en el país? ¿A qué se deben las bajas pensiones? ¿Debería Chile cambiar su sistema de pensiones?
Sistemas de pensiones
Los principales sistemas son el de reparto, donde a través de aportes obligatorios los trabajadores activos financian a los ya retirados, el de capitalización, cuyas pensiones se componen de ahorro individual y sus rendimientos, y el mixto, una combinación de ambos.
La dificultad del sistema de reparto son sus continuos desequilibrios demográficos (aumento esperanza vida y baja natalidad), crecimientos económicos fluctuantes y factores sociales, explica el español experto en pensiones Julio Fernández García.
Para el ex superintendente de pensiones, Alejandro Ferreiro, un sistema de ahorro como el chileno sigue siendo superior a uno de reparto. El problema es que éste solo sirve para quienes pueden ahorrar, y en Chile pocos los tienen continuidad en su trabajo y cotizaciones durante su vida activa; por eso, el complemento imprescindible es el pilar solidario
Para él, Chile va a tener que gastar más en pensiones, pero siempre preservando los incentivos a cotizar. Y es que, si las personas perciben que es mejor esperar la pensión que financia el Estado, se desbarataría el esfuerzo de ahorro individual, lo que provocaría un aumento enorme de la presión fiscal y una clara insostenibilidad financiera.
Asimismo, Francisca Cruz, Subgerente de Asesorías Previsionales de Alfredo Cruz y Cía explica que la educación del sistema previsional es fundamental para construir una pensión, y para ello, la claridad sobre cómo opera y funciona el sistema previsional es crucial para que los afiliados puedan tomar buenas decisiones, o tengan sus expectativas claras respecto a cuánto están ahorrando y qué pensión estimada traerá esa estrategia para el futuro.
Sin embargo, Cruz explica que el sistema requiere de mejores incentivos al ahorro y de un pilar solidario más robusto, que sea consciente de las imposibilidades de muchos chilenos para poder generar ahorros voluntarios o de construir una pensión que les permita llevar una vejez con dignidad.
Recomendaciones de la OCDE
Hablamos con Pablo Antolín, jefe de la Unidad de Pensiones y director de Asuntos Financieros de la OCDE, quien explica que los principales mensajes de la organización son: la conveniencia de tener reparto y capitalización que se complementen y un sistema de protección social a la vejez, como el pilar solidario.
Sobre Chile, afirman que el sistema es muy similar a otros elogiados en todo el mundo, como el australiano, el danés o el holandés, pero debe mejorar en varios puntos clave:
1) Aumentar el monto y la cobertura del pilar solidario: es lamentableque hoy se destine a éste el 1% del PIB, menos que para financiar el déficit previsional de las Fuerzas Armadas.
2) Reforzar medidas para que las AFP bajen sus costes/cargos a sus miembros
3) Aumentar los aportes contributivos: se está hablando de aumentar en 4 puntos porcentuales, muy buena idea que estos vayan a venir de los empleadores.
El principal mensaje de la OCDE es que con un 10% de contribución es imposible tener una pensión alta, independientemente de si el sistema es reparto o capitalización. Por ejemplo, en España se contribuye el 24%, en Italia el 33% y en Dinamarca el 19%.
La capitalización en Chile ha funcionado muy bien con una rentabilidad promedio de 8,2% anual, pero no se puede esperar una tasa de reemplazo del 70% cotizando el 10. Sobre los que critican que las AFP no permitan sacar el dinero antes de jubilarte, el economista recuerda que los sistemas de reparto tampoco lo admiten.
¿Cambiar el modelo?
Para el economista de la OCDE, el problema es que la gente piensa que tiene pensiones bajas porque las AFP se están llevando el dinero, y eso no es cierto.
Los bajos montos son culpa del 10% de contribución y nadie en el país- ni la derecha, izquierda, ni las propias AFP- ha sido capaz en todo este tiempo de explicar esto.
“Además, lo importante no es que las AFP ganen o no dinero, ya que son empresas mercantiles con ánimo de lucro, sino que los cargos que impongan a sus miembros estén en línea con los servicios que otorgan”, explica el experto.
Para él, Chile no debería cambiar su modelo de pensiones, ya que ya tiene un sistema mixto gracias al pilar solidario. También advierten que si se quiere introducir un pilar de reparto contributivo- como muchos buscan- es necesario definir primero con qué objetivo.
Ya que el pilar de reparto contributivo no va a mejorar la justicia social u otorgar mejores pensiones, los montos sólo van a aumentar si se contribuye más y por períodos más largos. Desde OCDE buscan garantizar que la gente tenga una pensión mínima alta, y para eso bastaría con mejorar el pilar solidario.
En conclusión, Chile no debería cambiar su sistema de pensiones, sino mejorarlo al estilo australiano. Todos coincidimos en que los montos actuales son bajos, lo importante es saber diagnosticar correctamente por qué para poder aplicar las medidas correspondientes, no quedarnos en únicamente demonizar las AFP.
Reformas que ya han iniciado con la votación hoy en la Comisión de Trabajo de un aumento escalonado del 50% a las pensiones del pilar solidario y la propuesta de algunos sectores de incrementar 4 puntos porcentuales las contribuciones por parte de las empleadores, por lo que las cotizaciones individuales pasarían a ser un 14%.